Actualizado 11/09/2014 10:51

Acusan a un policía israelí de la detención violenta de un adolescente estadounidense en Jerusalén

JERUSALÉN, 11 Sep. (Reuters/EP) -  

   Un policía israelí ha sido acusado este miércoles de haberse extralimitado en sus funciones al detener de forma violenta a Tarek Abu Judeir, un ciudadano palestino-estadounidense de 15 años de edad que se encontraba en Jerusalén de vacaciones junto a su familia.

   Los hechos tuvieron lugar el pasado mes de julio en el barrio de Shufat de Jerusalén, en el marco de las protestas por la muerte de un joven palestino --el primo de Tarek--, antes de los enfrentamientos militares que tuvieron lugar durante ocho semanas en la Franja de Gaza.

   La acusación presentada ante un tribunal de Jerusalén acusa al policía de arrojar al joven al suelo y, posteriormente, golpearlo y arrastrarlo con la ayuda de otros oficiales, en el curso de su detención.

   Las imágenes de la cara desfigurada del adolescente se difundieron por Internet, así como un vídeo grabado furtivamente en el que se puede ver a dos policías enmascarados golpeándole mientras yace indefenso en el suelo. El vídeo se puede ver en YouTube (http://youtu.be/HDENWwEDGr4), pero la Policía israelí considera que está editado y lo califica de "sesgado".

   Tarek Abu Judeir es primo de Mohamed Abu Judeir, el adolescente de 16 años que fue asesinado por israelíes en Jerusalén, en lo que parecía ser una venganza por el secuestro y asesinato de tres jóvenes israelíes cerca de Hebrón. La muerte de Mohamed Abu Judeir, quemado vivo, desató una oleada de protestas palestinas.

   Tarek Abu Judeir, nacido en Tampa (Florida, EEUU), donde reside, se encontraba de vacaciones junto a sus padres en Jerusalén Este para visitar a sus familiares.

   El Departamento de Estado de Estados Unidos reclamó desde un primer momento, ante la presión ciudadana, una "investigación transparente, rápida y creíble", que incluyese una "plena rendición de cuentas por el uso excesivo de la fuerza" contra el adolescente americano.

   "Sólo quiero justicia por lo que la policía israelí me hizo a mí, y espero que ésto no le ocurra a nadie más, especialmente a otro niño", dijo el adolescente, de 15 años de edad, tras ser informado de que uno de los policías israelíes sería juzgado por esos hechos.