Actualizado 14/05/2014 12:40

El niño que mató a un profesor dice que le llamaban gay y se reían de él

 

    NEVADA, 14 May. (Reuters/EP) -

   El niño de doce años considerado el presunto autor de un tiroteo en una escuela de Nevada en 2013 que acabó con la vida de un profesor y dejó a otros dos alumnos heridos denunció días antes del crimen ante un psicólogo que sus compañeros de clase le llamaban gay y se reían de él, según ha informado la Policía.

   El comisario de la localidad de Sparks, Brian Allen, ha revelado las denuncias hechas ante el psicólogo y ha señalado que los padres del presunto homicida, José Reyes-Urtiz, no tendrían ninguna conexión con el incidente.

   Los investigadores han averiguado que, tres días antes del tiroteo, el joven acudió a un psicólogo para denunciar que sus compañeros de clase le llamaban "gay" y se reían de él acusándole de haberse orinado en los pantalones cuando realmente sólo se los había mojado.

   Su expediente académico refleja que tuvo problemas con el desarrollo de sus capacidades lingüísticas desde que comenzó a ir al colegio, hecho que pudo provocar que sus compañeros de clase se burlasen de él por sus dificultades a la hora de hablar y que hace sospechar que podría haber sido autista, según la investigación.

   Reyes-Urtiz utilizó un arma semiautomática de 9 milímetros que sus padres tenían en casa. Allen ha señalado que los padres del joven no sabían que su hijo tuviese conocimiento del arma y que tomaron medidas para apartarla de su alcance.

   La investigación ha arrojado varias pistas sobre los motivos que empujaron a Reyes-Urtiz a cometer el crimen, aunque no se han obtenido pruebas concluyentes. "Nunca sabremos todos los motivos que se esconden detrás de este trágico incidente, ya que la única persona con total conocimiento actúo violentamente y quitarse su propia vida fue la mejor forma que vio para terminar con la acción ese día", ha declarado el comisario Allen.

   Un registro en el ordenador del joven ha dado con que seis meses antes del incidente Reyes-Urtiz buscó información sobre "los diez chicos más diabólicos" y sobre el "juego de rol de la masacre de Columbine", en referencia a la tragedia que tuvo lugar en un instituto de Colorado en 1999.

   También se han encontrado dos notas de suicidio escritas por el joven. En la primera, expresa su ira por el tratamiento que recibía en la escuela y anunciaba que se vengaría. En la segunda, pedía perdón a sus padres por no haber sido mejor hijo y decía que el tiroteo no era el resultado del acoso escolar contra él.

   El profesor Michael Landsbery, de 45 años y que nunca dio clase a Reyes-Urtiz, perdió la vida durante el ataque tras recibir un disparo en el pecho, mientras que otros dos compañeros, ambos de doce años, resultaron heridos durante el tiroteo.