BOSTON/NUEVA YORK, 3 Ene. (Reuters/EP) -
La zona noreste de Estados Unidos ha amanecido este viernes cubierta por la nieve y bajo temperaturas árticas, con algunas ciudades prácticamente paralizadas por el bloqueo de infraestructuras de transporte y sin apenas actividades no esenciales.
Algunas localidades de la zona de Nueva Inglaterra tenían esta mañana hasta 60 centímetros de nieve acumulados en sus calles. Boston, capital del estado de Massachusetts, tenía hasta 35 centímetros acumulados en las primeras horas de este viernes, mientras que en Nueva York y Washington también han caído copiosas nevadas durante la noche.
La tormenta 'Hércules', que llega acompañada de vientos y temperaturas árticas --por debajo de los diez grados bajo cero--, afecta a alrededor de 100 millones de estadounidenses desde el valle del Misisipi a la costa Atlántica. "Durante las próximas 24 horas, vamos a ver temperaturas como no hemos visto en mucho tiempo", ha declarado un portavoz del servicio de emergencias de Massachusetts, Peter Judge.
Más de 1.800 vuelos han sido cancelados y alrededor de 1.400 han sufrido retrasos hasta este viernes por la mañana, según el recuento de la web Flight Aware. Aeropuertos como el de Liberty en Neward, el de LaGuardia en Nueva York y el internacional de Philadelphia han suspendido la mayoría de los despegues.
El Servicio Meteorológico norteamericano ha recomendado a los ciudadanos "no viajar" dado que se prevén intensas nevadas y fuertes vientos que dificultarán la visibilidad, "lo que hace los desplazamientos extremadamente peligrosos".
Los gobernadores de Nueva York y Nueva Jersey, Andrew Cuomo y Chris Christie, han declarado el estado de emergencia en sus respectivos estados y el de Connecticut, Dannel Malloy, ha confirmado este viernes a la CNN el cierre de la mayoría de los centros educativos.
Esta interrupción de las actividades ha sido una constante en la región afectada por la tormenta y, de esta forma, instituciones como la ONU en Nueva York o tribunales como los federales de Nueva Jersey han cerrado sus puertas por precaución. El nuevo alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, ha pedido a la población que permanezca en sus casas.
Las autoridades han confirmado al menos dos muertos por la tormenta, en concreto una mujer de 71 años que falleció de frío en la localidad neoyorquina de Byron y un trabajador de los servicios públicos de Philadelphia que perdió la vida tras impactar la máquina que manejaba contra un montículo de sal.