Publicado 04/03/2014 03:51

El presupuesto de Obama para 2015 busca expandir en 60.000 millones de dólares un crédito de ayuda a los pobres

El presidente de EEUU, Barack Obama
LARRY DOWNING / REUTERS


WASHINGTON, 4 Mar. (Reuters/EP) -

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, propondrá este martes la extensión de uno de los programas de reducción de la pobreza más populares del Gobierno estadounidense, el crédito tributario a los ingresos, lo que tendría un coste de unos 60.000 millones de dólares, según ha informado la Casa Blanca.

En concreto, el presupuesto para el 2015 pretende financiar el popular crédito tributario para los más pobres mediante la eliminación de exenciones de impuestos a los más ricos. Sin embargo, pese a que el Gobierno defiende que es una cifra "modesta", la recomendación de Obama tiene pocas opciones de ser aprobada en su forma actual por el Congreso.

El mandatario estadounidense, que tiene 1.014 billones de dólares que distribuir, pagaría la extensión del crédito tributario mediante la eliminación de lagunas que suelen ser aprovechadas por gerentes de fondos ricos o empleados de compañías de servicios profesionales del sector del derecho, consultoras o firmas de grupos de presión.

Los republicanos, que controlan la Cámara de Representantes, discrepan sobre las prioridades políticas del presidente, como el hecho de invertir dinero del Gobierno en la preparación de trabajadores.

El documento, sin embargo, podría ayudar al presidente a cambiar el debate hacia la reducción de la pobreza y avances para la clase media, desde la reducción del déficit, un tema que ha dominado las luchas de presupuesto en Washington durante los últimos tres años.

Obama también intentará usar el presupuesto para dar un impulso a la clase media, muchos de cuyos miembros luchan por recuperarse de la profunda recesión del 2007 al 2009, mediante la contribución a las cuentas automáticas para la jubilación de los trabajadores que están protegidas de impuestos.

Actualmente, los trabajadores deben decidir que tales contribuciones se realizan a sus cuentas individuales de jubilación. La Casa Blanca estima que el cambio beneficiará a cerca de 13 millones de trabajadores.