WASHINGTON, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
EL Senado estadounidense gastó unos 40 millones de dólares (unos 28'8 millones de euros) en el informe que desmintió la justificación de la CIA de las técnicas duras de interrogatorio como el ahogamiento simulado o 'waterboardin', según nuevos datos publicados este viernes por la empresa informatica McClatchy.
El estudio también ha indicado que la CIA no mantuvo un registro del número de individuos que mantenía retenidos, además de acusar a la agencia de mentir sobre la cantidad de detenidos y los que estaban sujetos a estas técnicas, que la agencia cifra en una treintena de detenidos.
Esta conclusión forma parte de la lista de la veintena de deducciones a las que ha llegado el estudio y que han sido publicadas en su página web. En general, acusa a la CIA de engañar al sistema, además de no recoger el número de detenidos que eran sometidos a este tipo de técnicas.
Entre ellas, la empresa acusa a la CIA de defender la "eficacia" de estas técnicas de interrogatorio con terroristas "para justificar su uso", que fue "mucho mayor y brutal" que lo que la agencia comunicó a las autoridades.
También ha puesto de manifiesto que la agencia utilizó métodos de interrogatorio que no habían sido aprobados ni por el Departamento de Justicia ni por las autoridades de la CIA. Además, acusa a la agencia de Inteligencia de "evitar o impedir" la revisión del programa por parte del Congreso.
El informe, de unas 6.300 páginas, ha llevado cuatro años de trabajo y se han gastado unos 40 millones de dólares (unos 28'8 millones de euros) para su realización. El borrador se aprobó en diciembre de 2012 aunque ha sido revisado durante este tiempo.
Además, la investigación ha determinado que este programa ha producido muy pocos resultados a nivel de Inteligencia y ha criticado a la CIA por "engañar" a la Casa Blanca, entonces liderada por Bush, al Congreso, y a la opinión pública sobre la efectividad de estas técnicas de interrogación.
Entre las que empleó la CIA están el 'waterboarding', que produce sensación de ahogamiento, posturas agobiantes, privación del sueño hasta unos once días y confinamiento en un cuarto pequeño. Los centros de detención estaban en lugares secretos y la CIA también ayudó a secuestrar a los extranjeros que se entregaban a otros países para evitar que fuesen interrogados.