Actualizado 17/01/2014 11:20

El viento colabora en las labores de extinción del incendio de Los Ángeles

El fuego que se desató ayer en Los Ángeles ha quedamo ya cinco casas
Foto: REUTERS

WASHINGTON, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -

   El suave viento que en las últimas horas ha soplado en la ciudad estadounidense de Los Ángeles ha ayudado en las labores de extinción del incendio que se desató este jueves y que ya ha quemado 688 hectáreas, obligando a evacuar vecindarios y a suspender las clases en varias escuelas de la zona.

   El incendio se encontraba en la noche del jueves controlado en un 30 por ciento gracias a que el viento que sopló en torno a Sierra Madre Boulevard, de donde fueron evacuados numerosos vecinos, "ha disminuido considerablemente", aseguró el portavoz de 'The Angeles National Forest', Nathan Judy, según recoge el diario 'Los Angeles Times'.

   Judy también aseguró que se estaban produciendo fuertes ráfagas de viento en el este, en torno a la autopista 39 hacia el cañón de San Gabriel. Allí bomberos sobre el terreno estaban tratando de apagar las llamas que avanzaban quemando maleza. "(El cañón) hace de chimenea. Es algo típico", argumentó el portavoz.

   Más de 700 bomberos del Departamento de Los Ángeles trabajan en la extinción de un fuego que ha herido a un vecino y dos bomberos y que ha dañado cinco casas y 17 construcciones, según manifestó el oficial del cuerpo de bomberos de Los Ángeles.

   El fuego que se desató a primera hora del jueves en la localidad de Glendora, cerca de las montañas de San Gabriel, al norte de la ciudad, fue rápidamente avivado por los fuertes vientos que soplaron durante la primeras horas del jueves.

   La policía que está preparada para evacuar, si fuese necesario, a los vecinos de la zona este donde el fuego continúa avanzando, detuvo en la mañana del jueves a tres jóvenes entre 21 y 23 años por ser sospechosos de provocar el fuego original.

   Según reconoció el jefe de policía de la ciudad de Glendora, el fuego pudo ser provocado cuando una racha de viento avivó la fogata que los jóvenes habían creado para calentarse.

   "(El viento) extendió las brasas por el terreno. (Los jóvenes) se asustaron y comenzaron a correr", asegura el jefe de policía de Glendora, Tim Staab.