Actualizado 29/06/2014 18:00

Obama pedirá 2.000 millones de dólares para solucionar la crisis de inmigración infantil

Obama, durante el discurso sobre el Estado de la Unión
Foto: THE WHITE HOUSE

   WASHINGTON, 29 Jun. (Reuters/EP) -

   El presidente estadounidense, Barack Obama, pedirá al Congreso más de 2.000 millones de dólares (unos 1.500 millones de euros) para acometer el problema de los menores indocumentados que han cruzado la frontera desde México recientemente sin el acompañamiento de ningún adulto. Se estima que unos 50.000 menores han cruzado el río Bravo desde el pasado mes de octubre.

   Obama remitirá este mismo lunes una carta al Congreso pidiendo una partida de emergencia que debería estar desbloqueada para el 7 de julio, cuando el mandatario tiene previsto regresar de su periodo vacacional, ha informado un responsable de la Casa Blanca. El objetivo es obtener "los recursos necesarios para detener, procesar y cuidar de niños y adultos de forma apropiada".

   En cuanto a la seguridad fronteriza, Obama pedirá "un refuerzo sostenido de la seguridad" y el incremento del número de jueces dedicados a la cuestión de la inmigración para resolver el creciente número de casos. Además, Obama solicitará un mayor castigo para los "coyotes", traficantes que obtienen beneficios al introducir ilegalmente a los menores en Estados Unidos.

   Sin embargo, Obama acometerá también iniciativas en política exterior abriendo contactos con los países centroamericanos para permitir la repatriación de los menores y acometer las causas de la emigración.

   Decenas de miles de menores han cruzado la frontera y ahora son atendidos por las autoridades federales, que deben dedicar importantes cantidades a su manutención, y han generado una crisis humanitaria y política. La oposición republicana en el Congreso ha manifestado su malestar por la gestión de esta situación por la Administración Obama, a la que acusan de permitir la entrada de menores en el país para presionar al Congreso para que se apruebe la reforma de la legislación migratoria planteada por la Casa Blanca.