NUEVA YORK, 3 Oct. (Notimérica/EP) -
Ya son tres los jóvenes que han fallecido en siete días mientras practicaban fútbol americano en ligas colegiales --dos de ellos tenían 17 años y el último 16--, por lo que Estados Unidos ha puesto en juicio los verdaderos riesgos de este deporte, cuyo promedio suma ya las 12 muertes anuales, según una investigación de la Universidad de Carolina del Norte.
El Centro Nacional de Investigaciones sobre Lesiones Catastróficas en el Deporte de la Universidad de Carolina del Norte ha llevado a cabo un estudio en el que se refleja que "cada año mueren tres jóvenes por lesiones vinculadas con la práctica del fútbol americano, como fracturas de la columna o heridas en la cabeza", según ha publicado BBC.
Además, la misma investigación ha indicado que otro promedio de unos nueve jóvenes fallece con cierta frecuencia a causa del entrenamiento, por complicaciones en lesiones poco graves o incluso por condiciones médicas no diagnosticadas, entre otras cosas. A veces, incluso en las ligas universitarias los efectos de este deporte son permanentes, y provocan daños crónicos en las articulaciones y dolores de espalda que propician la perdida de memoria.
Concretamente, la tercera víctima de estos últimos siete días era un joven de 16 años, el defensa Tom Cutinella, que falleció a causa de un "contacto típico" que le provocó la muerte a causa de una herida en el cráneo, según el informe de defunción, por lo que el director de deportes de su escuela secundaria ha abierto una investigación al respecto, para examinar si los equipos de protección son suficientes y efectivos para el terrerno de juego o no.
El pasado viernes antes de morir, el jugador Demario Harris del colegio Charles Henderson de Alabama, Estados Unidos, se desmayó después de derribar a un contrincante. Su entrenador, Brad McCoy, señaló ante los medios de comunicación que aunque no parecía nada dramático, el joven "comenzó a caminar para reagruparse y de repente colapsó".
Según el entrenador del muchacho, los médicos indicaron la ruptura de un aneurisma cerebral previa, pero el padre de la víctima lo desmintió: "Al contrario de lo que varios medios señalan, mi hijo tuvo una hemorragia cerebral causada por el golpe que recibió en el partido, no por la ruptura de un aneurisma".
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