NUEVA YORK, 26 Ago. (Notimérica/EP) -
El beso apasionado entre Bryan Canston y Julia Louis-Dreyfus, la pipa de marihuana que escondía Sarah Silverman en el bolso o el emotivo homenaje a Robin Williams fueron algunas de las anécdotas en esta edición de los premios Emmy. Una gala rodeada de polémica tras la aparición de Sofía Vergara durante la intervención del presidente de la academia de la televisión de Estados Unidos, Bruce Rosenblum, que por muchos ha sido calificada de sexista.
La ceremonia, que fue un sinfín de divertidos momentos, también tuvo su parte emotiva, cuando el cómico Billy Cristal le rindió un homenaje a su compañero y amigo, recientemente fallecido, Robin Williams, que considera que fue "durante 40 años, la estrella más brillante de la galaxia de la comedia".
"Él podía ser divertido en cualquier parte. Éramos tan buenos amigos. Cuando venía a reuniones familiares se sentaba con mis parientes inmigrantes como si fuera uno de ellos", destacó Crystal en la 66 edición de los premios Emmy.
Una gala presentada por el cómico Seth Meyers que quiso reconocer por quinto año consecutivo el humor de 'Modern Family', al mismo tiempo que otorgaba el galardón de mejor drama a 'Breaking Bad', como ya ocurrió el año pasado.
Pero sin duda, la gran protagonista de la noche fue la colombiana Sofía Vergara que avivó la polémica y generó una gran controversia en las redes sociales al subirse a un pedestal giratorio, haciendo gala de su atractiva figura, mientras el presidente de la Academia pronunciaba su discurso y exclamaba: "No podemos olvidar que nuestro éxito se basa en darle siempre al espectador algo que ver".
Una broma, según Vergara, que en las redes sociales fue duramente criticada y tachada de sexista, al convertirse la actriz en una mujer objeto, que trataba de hacer resaltar un discurso que habitualmente resulta serio y aburrido.
"Una persona puede ser atractiva, divertida y reírse de sí misma", se defendía ante la prensa la actriz, que en esta ocasión no estaba nominada en la categoría de mejor actriz secundaria.
El momento más apasionado de la noche llegó gracias al protagonista de 'Breaking Bad' Bryan Cranston que le dio un largo e inesperado beso a Julia Louis-Dreyfus, cuando ésta subía a recoger el premio a mejor actriz de comedia por su papel en la serie 'Veep'.
Un beso de película que imitaba el que ambos protagonizaron en un capítulo de 'Seinfield' y con el que el protagonista de 'Breaking Bad' trataba de vengarse de la broma que momentos antes le había hecho Louis-Dreyfus sobre el escenario.
Atónito se quedó el público en ese momento, como minutos antes lo hizo una reportera de televisión al entrevistar a Sarah Silverman. La actriz y comediante sorprendía a la periodista mostrando con orgullo una pipa para fumar marihuana que guardaba en su bolso y que, según decía, era eléctrica y desmontable.
Pero las mayores carcajadas estallaron entre el público gracias a la parodia que protagonizó el elenco de la serie 'Juego de tronos'. Un número musical en el que los actores de la serie instaron al creador de la saga Andy Samberg a escribir más guiones y hacerlo más rápido.
El humor fue el protagonista de una gala que también estuvo rodeada de polémica y que vivió uno de los momentos más emotivos al recordar a aquel genio de la comedia, Robin Williams, que debutó en la televisión, consagrándose como un rostro habitual de la pequeña pantalla.
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