Actualizado 06/07/2014 18:31

Intentan una arriesgada operación para rescatar los cuerpos de los mineros en Honduras

Mineros atrapados en Honduras
REUTERS

SAN JUAN ARRIBA, Honduras, 6 Jul. (Reuters/EP) -

Mineros y rescatistas intentaban el domingo una lenta y arriesgada operación para recuperar a ocho trabajadores que quedaron atrapados hace cuatro días en una mina artesanal debido a un derrumbe, ya sin esperanzas de hallarlos vivos.

La búsqueda se suspendió el viernes por la noche por el riesgo de nuevos derrumbes y ahora pequeños grupos de compañeros de los trabajadores, además de rescatistas, estaban entrando a la mina lentamente por un nuevo túnel, apuntalando con maderas las entradas para evitar otro colapso.

"Se va hacer el esfuerzo para ver si se puede recuperar los cadáveres y poder entregarlos a sus familiares", dijo a Reuters Siriaco Díaz, jefe del Cuerpo de Bomberos de Choluteca, capital del departamento del mismo nombre donde se ubica San Juan Arriba, el sitio donde ocurrió el accidente.

Choluteca se ubica a 100 kilómetros al sur de Tegucigalpa.

El viernes lograron ser rescatados vivos tres de los mineros, con los cuales los rescatistas habían logrado comunicación permanente mediante sonidos desde que ocurrió el colapso de la instalación, que según autoridades ya no estaba en condiciones de operar debido a sus malas condiciones de seguridad.

El derrumbe se produjo el miércoles después de una explosión de dinamita en el interior de la mina, algo habitual para desprender la broza que extraen los obreros de los túneles en búsqueda del oro, dijo el barrenador (colocador de dinamita), Nelson Rodolfo Zepeda, citado el domingo por el diario local La Tribuna.

Aseguró que normalmente los obreros esperan 20 minutos y hasta media hora para ingresar a extraer la broza. "El día que sucedieron los hechos, los trabajadores no esperaron ni cinco minutos después de la explosión para ingresar a la mina. A los pocos minutos se escuchó que el cerro había caído", dijo.

Familiares de las víctimas se encuentran en el lugar, acongojados y resignados a la espera de la entrega de los cuerpos.

"Ahora sólo esperamos los cadáveres para ir a velarlos", dijo a periodistas Ana Joaquina Anduray, que tiene dos sobrinos entre los mineros atrapados.

La empobrecida región donde se ubica la mina ha sido explotada en búsqueda de riquezas minerales desde la época colonial.

Allí operan más de 50 explotaciones subterráneas en condiciones inseguras, con angostos túneles que forman complicados y estrechos laberintos.

La extracción artesanal del oro se reavivó por el disparo del precio de este metal en el mercado mundial hace unos años.