Publicado 13/02/2014 22:54

ANALISIS-Banco central mexicano, sereno en medio de volatilidad externa

Por Jean Luis Arce

MEXICO DF, 13 feb, 13 Feb. (Reuters/EP) -

- ¿Un crecimiento económico débil? ¿Mayor ritmo de inflación? ¿Volatilidad en los mercados financieros? El banco central mexicano podría ser uno de las pocas autoridades monetarias del mundo emergente en mantenerse este año impasible.

Con la economía mexicana creciendo bajo su ritmo potencial, una débil demanda interna y una aceleración de los precios que se presume transitoria, el Banco de México mantendría estable su tasa de interés de referencia en un mínimo histórico del 3.5 por ciento durante todo el 2014, coinciden analistas.

Adoptando un tono más agresivo de lo acostumbrado, el gobernador del banco, Agustín Carstens, advirtió que podría subir el tipo de interés solo si ve que la inflación empieza a contaminar el proceso de formación de precios.

Pero pocos creen que eso ocurra y lo único que podría a llegar perturbar la postura del banco es una huída de capitales de cartera mucho más vertiginosa de lo esperado por el recorte del estímulo monetario de Estados Unidos. Eso podría empujarlo a subir la tasa para poner orden a la salida de flujos.

"Un alza yo la descartaría porque México no va a estar creciendo a tasa acelerada, la inflación no se va a salir fuera de control", dijo Marco Oviedo, economista para México de Barclays. "Tendría que ocurrir una cosa muy grave", en el frente externo, agregó.

La inflación interanual de México se ubicó en enero en 4.48 por ciento, su mayor nivel en ocho meses y por encima del objetivo oficial del 3 por ciento +/- un punto porcentual.

La culpa en la aceleración de precios la tiene una reforma fiscal que entró en vigor este año y el alza de tarifas en algunos servicios, como el transporte administrado por el gobierno de la capital. Y esos factores no pueden ser atacados con política monetaria, asegura el Banco de México (Banxico).

ECONOMIA FRIA, MERCADOS CALIENTES

Todo apunta a que el banco mantendrá la tasa sin cambios al menos hasta principios del próximo año, tras haberla recortado tres veces en el 2013 para avivar el consumo, según el consenso de analistas en recientes sondeos de Reuters y Banamex.

Las apuestas son que la economía repuntará este año para expandirse casi un 4 por ciento tras un decepcionante 2013. Los especialistas calculan que el crecimiento de México está por debajo de su potencial y Carstens asegura que hay una brecha productiva negativa con el Producto Interno Bruto (PIB).

Otro de los canales de contagio inflacionario que el banco central debe vigilar es el peso mexicano. Analistas esperan que la moneda, que cotiza cerca de 13.30 por dólar, se ubique debajo de 13 en la segunda mitad del año con el arribo de inversiones atraídas por las reformas que aprobó el Congreso.

Si el peso no se apreciara en los próximos meses podría despertar algunas preocupaciones inflacionarias y llevar a Banxico a plantearse si debe abandonar su inédita postura expansiva, que mantiene a la tasa real en terreno negativo.

No sería una jugada extraña para un banco central ortodoxo como Banxico, dijo Pedro Tuesta, economista de la consultora 4CAST en Washington. Pero la mayoría de los analistas no cree que sea muy probable un cambio de política monetaria.

Sea cual sea el caso, el banco central mexicano tiene margen de maniobra para proteger a la moneda, después de los recortes del año pasado que generaron espacio para afrontar el actual proceso de normalización monetaria de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos.

La Fed inició en diciembre el recorte gradual de su masivo plan de estímulo monetario, un proceso que aunque había sido anticipado desde mayo del año pasado ha sacudido a los mercados emergentes por la agresiva salida de inversiones de cartera.

El factor Fed llevó al peso a fines de enero a su peor nivel en 18 meses, por arriba de 13.60 unidades por dólar.

"Banxico tiene el espacio para actuar si así lo considerara pertinente a través de una o dos alzas preventivas" de la tasa, estimó Joel Virgen, estratega de Banamex.

Una caída profunda del peso también podría activar una intervención en el mercado de cambios, pero el propio Carstens ha dicho que esta es una posibilidad remota.

En los últimos seis años, México salió a vender dólares al mercado para estabilizar al peso únicamente tras la grave crisis financiera mundial del 2008 y durante la turbulencia de la zona euro del 2011 y 2012.

Las más recientes minutas del Banco Central serán publicadas el viernes y algunos analistas esperan que enfaticen que México está en una posición muy diferente a otras naciones emergentes porque mantiene separadas sus políticas monetaria y cambiaria.

"Banxico sólo piensa en actuar en respuesta a las acciones del Fed en Estados Unidos o si hay un contagio del tipo de cambio a través de la inflación", dijo Gabriel Casillas, director de análisis de Banorte-IXE en un reporte a clientes.