Actualizado 03/01/2014 16:28

La cola de un hadrosaurio, entre los principales hallazgos arqueológicos

Hadrosaurio
Foto: INAH

MÉXICO DF, 3 Ene. (EUROPA PRESS) -

   Los vestigios paleontológicos, arqueológicos y virreinales que son patrimonio cultural de México se enriquecieron durante 2013 debido a la gran cantidad de hallazgos que realizaron especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en distintos estados de la República.

   Entre los más notables está la cola articulada de un hadrosaurio encontrada en Coahuila, y la ciudad prehispánica de Chactún, en Campeche. También fueron ubicados ocho sitios arqueológicos en Baja California.

   En el primer caso, se trata de las 50 vértebras completas de la única cola articulada de dinosaurio que se ha descubierto hasta el momento en México, de 75 millones de años. Los restos, que fueron localizados en el municipio de General Cepeda, Coahuila, incluyen huesos largos y de la cadera, pertenecientes a un hadrosaurio o pico de pato con cresta.

   Y en el sureste de Campeche, un equipo de expertos descubrió la ciudad prehispánica de Chactún, integrada por tres complejos monumentales con numerosas estructuras de tipo piramidal y palaciegos; dos juegos de pelota; patios; plazas; monumentos esculpidos y áreas habitacionales. La estructura más alta mide 23 metros.

   Se cree que la urbe, de 22 hectáreas, era el centro rector de una vasta región de entre los años 600 y 900 d.C. En el mismo sitio se encontraron 19 estelas mayas. Su importancia reside en la información que aportan sobre los antiguos habitantes, teniendo en cuenta que en esta área, ubicada al norte de la región del Río Bec, no abundan los registros epigráficos.

   Entre los hallazgos más destacados está tamnoén el realizado al sur de Mexicali, Baja California, donde se descubrieron ocho sitios arqueológicos en los abrigos rocosos de la Sierra del Mayor, que tienen una antigüedad de 400 a 7.000 años y están vinculados con la cultura cucapá --una de las cuatro etnias yumanas--, donde además se han hallado huesos de animales (algunos extintos), cerámica y lítica.

   Según el informe del INAH, consultado por Notimérica.com, también en Baja California, al norte de Ensenada, los arqueólogos del Instituto localizaron 109 sitios arqueológicos con una antigüedad de 3.000 a 1.700 y 1.200 años.

   De ellos, 104 son de tipo concheros y campamentos estacionales, que ocuparon cazadores-recolectores-pescadores; y cinco más se ubican en los valles intermontaños, dentro de la comunidad indígena kumiai de San Antonio Necua, uno de ellos con presencia de pinturas rupestres.

   Además en Teotihuacan, Estado de México, en la cúspide de la Pirámide del Sol, se descubrió la escultura más grande de Huehuetéotl, dios viejo o del fuego, el cual tiene 58 centímetros de altura, pesa alrededor de 190 kilos y aún conserva pigmentos; mientras que en el interior de una fosa se detectaron dos estelas completas de piedra verde y un fragmento de otra, que probablemente decoraban hace 1.500 años el templo que coronaba a esta estructura.

HALLAZGOS BAJO EL MAR

   Este año también se realizaron hallazgos bajo el mar en el sureste mexicano. Cerca de Yucatán, especialistas de Arqueología Subacuática localizaron los restos del buque británico HMS Forth, que se hundió en 1949, a una profundidad de 18 metros, al norte del Arrecife Alacranes. De igual manera, en la temporada de mar 2013, ubicaron 14 naufragios más de los siglos XIX y XX.

   Y en la capital mexicana, 40 metros al suroeste del Museo Nacional de las Intervenciones en Churubusco, Coyoacán, un equipo de salvamento arqueológico localizó una plataforma mexica de un sólo nivel; una ofrenda prehispánica; vestigios de arquitectura virreinal y pertrechos utilizados durante la Invasión Norteamericana en 1847.

   También en la Ciudad de México, en el predio de Mayorazgo de Nava Chávez frente al Templo Mayor de Tenochtitlan se descubrieron restos de siete aves espátula rosada en varias ofrendas.

   Este hallazgo es relevador, ya que esta ave se relacionaba con soberanos difuntos y tenía connotaciones solares, según datos proporcionados por los cronistas Alvarado Tezozómoc y Durán, quienes señalaban que los gobernantes fallecidos eran cremados y depositados en el Cuauhxicalco, frente al Templo Mayor, señala el INAH.