Actualizado 08/07/2015 00:20

Diputados de México aprueban en comisiones leyes secundarias de energía


MEXICO DF, 26 jul, 27 Jul. (Reuters/EP) -

- Diputados de México aprobaron el sábado en comisiones las reglas para echar a andar una histórica reforma energética que busca impulsar la estancada producción local de gas y petróleo, abriendo el sector a inversionistas privados.

Tras seis días de acalorados debates, los legisladores dieron el visto bueno a todos los dictámenes que contienen las leyes secundarias de la polémica reforma, con la que el presidente Enrique Peña Nieto ha prometido impulsar la ralentizada economía local.

Las reglas aprobadas fijan un nuevo régimen fiscal para la gigante petrolera estatal Pemex, normas para contratos y su adjudicación, y nuevos impuestos a favor de los estados y municipios por la explotación de hidrocarburos, entre otros.

Los diputados dejaron reservados varios artículos para que se discutan a partir del lunes en el Pleno de 500 legisladores en la Cámara baja en un periodo extraordinario de sesiones.

La reforma ha sido criticada por los partidos de izquierda que aseguran que entregará la industria energética de México a grandes consorcios extranjeros, en detrimento de las finanzas del país cuyos ingresos dependen en gran medida de este sector.

Uno de los puntos álgidos de la iniciativa es la propuesta de que el Gobierno asuma parte de la millonaria deuda de Pemex y de la otra gigante estatal generadora de energía, Comisión Federal de Electricidad (CFE), para que puedan competir mejor bajo las nuevas condiciones del sector.

La reforma energética es la piedra angular de un amplio paquete de cambios estructurales que Peña Nieto ha impulsado desde que asumió en el 2012 y con los que busca potenciar el crecimiento de la segunda economía de América Latina, que según proyecciones oficiales crecería un 2.7 por ciento este año.

Pemex reportó el viernes pérdidas por unos 4,020 millones de dólares en el segundo trimestre por mayores costos de ventas, deterioro de activos y una pesada carga fiscal, al tiempo que recortó su estimado de producción promedio anual a su nivel más bajo en más de dos décadas.