Actualizado 04/03/2014 10:04

Hallan en México una tumba de tiro intacta de más de 1.500 años

Tumba de tiro hallada en México
Tumba de tiro hallada en México - INAH

MÉXICO DF, 4 Mar. (EUROPA PRESS) -

   La escultura de un chamán de rostro alargado y arma en mano, es el guardián de una tumba de tiro descubierta en el estado de Colima por investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quienes recientemente se convirtieron en los primeros en ver su interior luego de que fuera sellada hace más de 1.500 años.

   El entierro, que corresponde a una cámara subterránea, es anterior a otros hallados, data de entre 0 y 500 d.C., y cuenta con una valiosa ofrenda, según informó el INAH en un comunicado.

   Con las fumarolas del Volcán de Fuego como fondo y bajo la superficie de un terreno del municipio de Villa de Álvarez, los especialistas del INAH realizan a detalle el registro de este espacio funerario que por fortuna se halló intacto, pues como explica el arqueólogo Marco Zavaleta Lucido, las tumbas de tiro son objetivo de saqueadores debido a la belleza de los materiales depositados dentro de ellas.

   La antropóloga física Rosa María Flores Ramírez detalló que en ambos lados de la bóveda, de un radio aproximado de 2 metros, se encontraron acumulados los huesos de individuos (tal vez los de una o dos personas) que debieron ser puestos en su interior en un momento previo y que posteriormente fueron removidos para colocar a otro personaje. El entierro principal se encontró en una capa inferior de la excavación, en relación anatómica, recostado sobre su dorso.

   Existe la teoría de que las tumbas de tiro --tradición funeraria que se extiende en el Occidente de México abarcando el sur de Zacatecas, Jalisco, Nayarit, Colima y parte de Michoacán-- servían como espacios de culto para los ancestros, es decir, que en ellos se depositaban a personajes de un mismo clan familiar.

   Al o a los personajes que se introdujeron en la tumba de tiro recién descubierta, se les acompañó de una rica ofrenda compuesta por seis ollas de tamaño variable y un tecomate. Durante su limpieza en las instalaciones del Centro INAH Colima, será corroborado si contienen restos de semillas u otro tipo de material orgánico.

   Sin embargo, la pieza sobresaliente es la figura del chamán que mide aproximadamente medio metro de alto. El arqueólogo Marco Zavaleta dijo que ésta fue "matada" de manera ritual, por lo que antes de situarse en la entrada de la tumba de tiro, fue rota intencionalmente, de ahí que el personaje sólo porte el mango de su arma y a su tocado le falten detalles como un cuerno.