MÉXICO DF, 9 Abr. (Notiméric/EP) -
La Fiscalía General de México anunció este martes la detención del alcalde de Cuetzala del Progreso, en Guerrero, Feliciano Álvarez Mesino, por su supuesta implicación en al menos quince secuestros cometidos en ese estado en colaboración con el cártel de La Familia Michoacana.
El titular de la Agencia de Investigación Criminal, Tomás Zerón de Lucio, explicó que la relación de Álvarez Mesino con el crimen organizado data del inicio de su campaña electoral a la Alcaldía de dicho municipio, situado en el norte de Guerrero.
El alcalde ha sido acusado de secuestro y de delincuencia organizada, después de las informaciones llevadas a cabo tras las declaraciones del líder de La Familia Michoacana en Cuetzala, Froylán Barrera Guzmán, tras su detención en 2013, en las que afirmaba que Mesino les había facilitado protección a la hora de cometer sus crímenes, entre los que también está el tráfico de drogas.
Mesino, alcalde del Partido de la Revolución Democrática (PRD), fue trasladado a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), donde declaró. El edil permanecerá bajo su custodia hasta que se determine su situación legal.
Por su parte, el Gobierno de Guerrero y la cúpula del PRD todavía no se han manifestado al respecto, al igual que el Congreso estatal, que de momento no le ha retirado su fuero municipal, tal y como ha informado el diario mexicano 'Milenio'.
La vida de Feliciano Álvarez ha estado marcada, de una forma u otra, por su relación con el crimen organizado desde que fuera secuestrado hace unos años cuando tan solo era precandidato del PRD para Cuetzala. Su familia pagó el rescate y 18 días después regresó para ganar las elecciones primarias y posteriormente la Alcaldía.
Una vez en el cargo, sobrevivió a cinco atentados durante su primer año de Gobierno. Fruto de ello, temiendo por su seguridad, huyó del municipio, pero eso le acarreó una denuncia por parte de los concejales del resto de fuerzas políticas por abandono de sus funciones.
Así las cosas, dos meses después de haberse instalado en Chilpancingo, otra ciudad de Guerrero, regresó a Cuetzala, no sin antes solicitar una escolta que no se le facilitó.