CIUDAD DE MÉXICO, 14 Sep. (EP/AP) -
Los recientes ataques contra conductos de la empresa petrolera Petróleos Mexicanos (Pemex) son actos de terrorismo y no responden a una reivindicación social o política como quiere hacer creer el grupo guerrillero que se adjudicó la autoría de las explosiones, informó ayer el fiscal general Eduardo Medina.
Medina puntualizó que el Ejército Popular Revolucionario (EPR), que dijo ser autor de los ataques, es un grupo relativamente pequeño pero violento que sólo "distrae los esfuerzos" del Gobierno para combatir el crimen organizado y el narcotráfico, un problema que ha afectado en los últimos años al país.
"Se trata de actos criminales que constituyen conductas típicas del delito de terrorismo y sabotaje", señaló Medina en una entrevista.
El código penal mexicano considera terrorismo cualquier acto en contra de las personas, cosas o servicios públicos que produzca alarma o temor en un intento por atentar contra la seguridad nacional o presionar a la autoridad para tomar una determinación.
El EPR, que apareció públicamente en 1996, reivindicó su implicación en seis explosiones que el pasado lunes dañaron conductos de Pemex y dijo que era parte de una estrategia para exigir la liberación de dos de sus militantes que afirma fueron detenidos y desaparecidos a manos del Gobierno, un extremo que las autoridades han negado.
El grupo, que en julio también reivindicó la autoría en otras explosiones en ductos de Pemex en la región central del país, advirtió de que no detendrá sus acciones mientras no aparezcan sus compañeros.
Medina reiteró el jueves que ninguna autoridad federal o estatal tiene retenidas a las dos personas a las que se refiere el EPR y, en todo caso, podría ser que fueron capturadas por alguna organización rival o paralela a ese grupo.
"De tal manera (que) estos no son actos de reivindicación social o política; no hay ninguna justificación para realizar acciones de este tipo", añadió.