PALMA DE MALLORCA, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
Más de un centenar de promotores inmobiliarios mallorquines se han posicionado en México y otros países de Latinoamérica, o bien, lo están haciendo en estos momentos, ante la dificultad creciente de disponer de suelo a precios asequibles en la isla y la ralentización del mercado, y tras extender su actividad en muchos casos a la península y a varios países europeos.
Así lo manifestó hoy el delegado para Baleares de la consultora CB Richard Ellis (CBRE), Francisco Sánchez, quien el 'Informe inmobiliario sobre Mallorca' correspondiente a 2007, y aprovechó para tomar el pulso a las principales tendencias del sector, entre las que destacó su expansión internacional, que encuentra una nueva meta en los países latinoamericanos.
Según expuso Sánchez, los promotores inmobiliarios siguen "la ruta de los hoteleros" y están realizando promociones en toda la zona, lo que ha motivado que CBRE y la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Navegación de Mallorca se hayan puesto de acuerdo para la realización, el próximo 13 de mayo, de un seminario sobre inversiones de empresas de la isla en Latinoamérica.
Concretamente, el representante de CBRE en las islas afirmó que "tenemos censados más de un centenar de empresarios inmobiliarios mallorquines que ya están --desarrollando promociones-- en México, República Dominicana y Panamá, y avanzó que "se sienten más o menos cómodos" a causa del idioma y de que ya hay compañías hoteleras isleñas asentadas en los mismos enclaves.
Como reflejo de ello, las primeras promociones se están desarrollando en lugares típicamente turísticos, como Cancún (México) o Samaná (República Dominicana), donde ya existen hoteles de cadenas mallorquinas, y se componen principalmente de apartamentos turísticos y de segundas residencias. A diferencia de otras aventuras internacionales con destino a países europeos --como es el caso de Polonia--, donde se construyen primeras viviendas.
En su exposición, Sánchez recordó que actualmente se construye en Baleares a un ritmo de 9.000 viviendas al año, la mayoría de las cuales se levantan en Mallorca, y, según señaló, "a este ritmo consumiríamos todas las áreas urbanas posibles en cinco o seis años", por lo que consideró justificada la expansión de las promotoras de la isla que, por otra parte, redujeron sus ventas locales.