CIUDAD DE MÉXICO, 27 Abr. (Reuters/EP) -
Unas 15.000 personas, según la Policía, se manifestaron hoy en Ciudad de México para mostrar su oposición a la propuesta del Gobierno para reformar el sector de energía, que la izquierda ve como un intento velado de privatización de la industria petrolera, que la Constitución establece que debe ser estatal.
Los manifestantes, algunos vestidos con uniformes de obreros petroleros, rechazaron la propuesta, que busca una mayor inversión privada en el monopolio estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), portando pancartas con consignas como "esto es un asalto", con fotografías del presidente Felipe Calderón sosteniendo un surtidor de gasolina como si fuera una pistola.
México es el sexto productor mundial de petróleo y uno de los tres principales exportadores de crudo a Estados Unidos, pero su producción y las reservas están cayendo debido a la falta de inversiones y la utilización de Pemex por parte del Gobierno para obtener beneficios fáciles.
La marcha recorrió el paseo de la Reforma y llegó al Zócalo, centro neurálgico de la capital, encabezada por el líder del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Andrés Manuel López Obrador. "La reforma que está proponiendo Calderón es una reforma privatizadora que nos va a arrebatar el recurso más valioso que tenemos los mexicanos", declaró desde la manifestación un ex ingeniero del Instituto Mexicano del Petróleo, Luis Reyes.
NADA A ESPALDAS DEL PUEBLO
El PRD de López Obrador y otros partidos menores aliados bloquearon este mes las tribunas de ambas cámaras del Congreso para impedir la discusión de la reforma de Calderón. El pasado viernes accedieron a abandonarlas, una vez que el Gobierno del Partido Acción Nacional (PAN) accediera a abrir un debate nacional.
"Logramos frenar el intento de privatizar el petróleo a espaldas de los mexicanos", declaró López Obrador en su discurso en el Zócalo, y advirtió que los legisladores de izquierda tomarían la tribuna del Congreso de nuevo, de ser necesario. El dirigente izquierdista aseguró que su movimiento será pacífico. Sin embargo, previamente había amenazado con bloquear las instalaciones petroleras e incluso algunos aeropuertos.
El proyecto de reforma energética del Gobierno, que se analiza en comisiones del Senado, prevé dar una mayor autonomía al monopolio petrolero estatal Pemex para que pueda reinvertir excedentes, pero la izquierda afirma que con la reforma el Gobierno busca privatizar Pemex, empresa pública fruto de la expropiación petrolera de 1938.