Actualizado 17/12/2013 22:13

Recompensa para atrapar a los atacantes de instalaciones en Michoacán

Policía Federal de México mata a atacantes de instalaciones de energía
REUTERS


MÉXICO DF, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Procuraduría General de la República de México ha publicado el acuerdo por el que ofrece recompensa de hasta un millón de pesos --unos 57.000 euros-- para quienes proporcionen información para localizar a los responsables de los daños que se cometieron en contra de las instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en Michoacán.

Según informa el diario mexicano 'El Universal', el documento autoriza el ofrecimiento y entrega de dicho monto a quien proporcione información veraz y útil que ayude de manera eficiente, efectiva y oportunamente para la identificación, detención o aprehensión de los probables responsables de los delitos de delincuencia organizada, daño en propiedad ajena y lo que resulte.

De esta forma, el Gobierno pretende actuar contra quienes habrían estado involucradas en ataques a 11 estaciones de generación eléctrica a finales de octubre, en el estado occidental de Michoacán, en acciones supuestamente ejecutadas por narcotraficantes. De hecho, los días siguientes al ataque las fuerzas de seguridad mexicanas dieron muerte a dos personas relacionadas con dicho suceso.

El ofrecimiento no es aplicable a los servidores públicos con funciones relacionadas con la seguridad pública, administración de justicia y ejecución de sanciones penales, tal y como se concreta en este acuerdo divulgado este viernes en el Diario Oficial de la Federación.

"Son actos absolutamente reprobables porque atentan contra el patrimonio de nuestra empresa pública de electricidad y afectan el servicio de miles de usuarios del estado de Michoacán", dijo en aquel momento a los periodistas el secretario de Energía Pedro Joaquín Coldwell.

Cerca de 80.000 personas han muerto desde que el ex presidente Felipe Calderón lanzó a finales del 2006 una campaña frontal contra los cárteles de la droga, lo que provocó con el correr de los años que estas organizaciones diversificaran sus actividades a extorsiones, secuestros y tráficos de personas.

Con la llegada del presidente Enrique Peña Nieto el 1 de diciembre del 2012, bajaron levemente los homicidios, pero la violencia persiste sin que haya cambios notorios a la estrategia de seguridad, según analistas.