Actualizado 14/05/2014 22:48

'El Zar de los Casinos' que jugaba a su antojo

Casino.
Foto: REUTERS

El Poder Judicial ha apartado a casi una decena de magistrados que se pusieron al servicio del magnate de las salas de juego

   MÉXICO DF, 14 May. (Notimérica/EP) -

   El Poder Judicial mexicano vuelve a estar en entredicho después de que se hayan destapado de nuevo los vínculos que algunos de sus funcionarios habrían mantenido con el magnate por antonomasia de los centros de apuestas del país, Juan José Rojas Cardona, conocido como 'El Zar de los Casinos', a quien le habrían prometido "jueces a modo" con los que poder frenar el cierre de algunos de sus negocios.

   Ha sido precisamente el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) quien presentó una denuncia ante la Fiscalía General, después de que se difundieran las grabaciones en las que se podía escuchar a varios magistrados ofreciendo sus servicios al empresario, quien levantó su imperio de la corrupción desde el estado de Nuevo León, norte de México, gracias en gran medida a su alianza con el cártel de los Beltrán Leyva y a sus donaciones a los políticos.

   El CJF se ha comprometido a llegar hasta el fondo del asunto, por lo que seguirá con su labor de investigación paralelamente a la que pueda iniciar la Fiscalía con el objetivo de hacerle partícipe de todo aquello que pudiera seguir destapando y depurar así a todos "aquellos cuyo interés no sea el de servir con imparcialidad a la sociedad", han apuntado desde la Judicatura.

   El enésimo y posible caso de corrupción dentro del sistema judicial mexicano se ha producido apenas un mes después de que las autoridades federales impusieran a Rojas Cardona el cierre de once de sus casinos, los cuales tiene desperdigados por todo el país. 'El Zar' no se quedó con los brazos cruzados y recurrió a uno de sus jueces predilectos, Javier Rubén Lozano Martínez, a quien el CJF ya ha retirado de sus funciones, para que anulara el fallo que comprometía la salud de sus negocios, pero sin éxito.

EL IMPERIO DEL ZAR SE DESMORONA

   El vasto imperio de casinos que Rojas Cardona instauró en Nuevo León parece que comienza a desmoronarse tras un exitoso y opíparo 2011, año que le situó en la cima de la industria del juego a nivel nacional. Sin embargo, sus actividades siempre han portado un tufo sospechoso, fruto de sus tejemanejes con las autoridades locales, con las que acordaba, a cambio de financiación, sus irregulares licencias para operar.

   Sin embargo, a partir de ese año la laxitud de las autoridades también se resintió y, de los 61 locales que disponía en todo el estado, ya solo quedan en activo 19. Sus influencias esta vez poco pudieron hacer para frenar las clausuras emprendidas por algunos municipios, como el de Monterrey y Guadalupe, o por la Dirección General de Juegos y Sorteos de la Secretaría de Gobernación.

   A diferencia de lo que se viene pensando habitualmente, la banca también pierde, y 'El Zar' sufrió un nuevo revés con la tragedia del incendio del Casino Royale, en Monterrey, en el que murieron más de 50 personas, después de que fuera provocado por Los Zetas, recuerda el periódico mexicano 'Milenio'. Los cierres de estos establecimientos siguieron produciéndose por todo el país, tras descubrirse que muchos de ellos también servían como tapadera para el blanqueo de dinero.

SUS VÍNCULOS POLÍTICOS

   No hay partido político en México que no haya recibido dinero de Rojas Cardona, según destapó en 2006 la revista 'Proceso', que casualmente ha sido objeto de múltiples boicoteos en las zonas de influencia del magnate empresarial, al destapar unas grabaciones en las que un supuesto afiliado del Partido Acción Nacional (PAN) le facilitó acercarse al equipo de campaña del expresidente Felipe Calderón (2006-2012), llegando incluso a donar millones para actos electorales de la organización.

   Como su objetivo no era otro que conseguir las máximas facilidades a la hora de poder acceder a los permisos de operación para poder asentar más casas de juego, a 'El Zar', como destapó hace unos años esta publicación mexicana, tanto le daba firmar un talón para las autoridades del PAN, como para las campañas de Andrés Manuel López Obrador, del Partido de la Revolución Democrática (PRD); o para las de Roberto Madrazo, del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

   A finales de los años 90, Juan José Rojas Cardona, un tipo de aspecto, enfermizo que luce un bigote al más puro estilo mariachi, fue condenado por un delito de fraude fiscal en Estados Unidos, pero logró huir a México, afincándose en Monterrey, la capital de Nuevo León. Ahí inicia sus negocios, sus pequeños fraudes, y pese a sus antecedentes, consigue embaucar a empresarios estadounidenses para que inviertan en casinos y salas de juego. Huelga decir, que acabó estafando a sus inversores, y ya con los bolsillos llenos tejió toda una red de corrupción e influencias políticas, que en muy poco tiempo trascendió más allá del ámbito local.

   Arrestado en 2001 por defraudar 50.000 dólares en una casa de cambio de Monterrey, ocho años después sus vínculos con el crimen organizado comienzan a ser patentes cuando se produce el inesperado asesinato de otro magnate del ocio local, Rogelio Garza Cantú, a manos del clan de los Beltrán Leyva. La muerte del empresario beneficia los negocios de 'El Zar', puesto que las autoridades federales solo otorgan permisos para casinos a individuos específicos

   Poco antes, en el año 2006, las autoridades federales iniciaron una investigación contra el alcalde 'panista' de Monterrey, Adalberto Madero, a quien 'El Zar' donó 2,5 millones de dólares para su campaña electoral, por concederle permisos irregulares de operación para el Casino Royale.