Actualizado 05/07/2014 12:24

El Penacho de Moctezuma seguirá "viviendo" otros 500 años en Viena

Penacho de Moctezuma
Foto: INAH

MÉXICO DF, 4 Jul. (Notimérica/EP) -

   El Penacho de Moctezuma, considerado el estandarte suntuoso del México antiguo, seguirá viviendo "cómodamente" en el Museo Etnológico de Viena (Austria) ya que un estudio de vibraciones señala que el decorado con plumas de quetzal e incrustaciones de oro, plata y cobre, se encuentra en extrema fragilidad y que no soportaría un traslado.

   A esa conclusión llega el documental 'El Penacho de Moctezuma, plumaria del México Antiguo', proyectado durante el Encuentro de Conservación de Arte Plumario, que se celebra en la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM).

   Y es que aunque el Penacho fue hecho para moverse, y se doblaba, enrollaba y se bailaba con él en las ceremonias, "eso fue hace 500 años y hoy cualquier movimiento le puede afectar de manera considerable", explica María Olvido Moreno, experta del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

   Moreno fue una de las expertas que participó en el exhaustivo proceso de restauración al que el Penacho fue sometido en 2012 por parte de expertos mexicanos y austriacos. A pesar de esta intervención, el estandarte se quedará en Austria, toda vez que no existen las condiciones idóneas para su traslado aéreo, marítimo o terrestre, informa Notimex.

   "Se llegó a la conclusión de que hoy por hoy, el Penacho tiene una vida cómoda (en Viena), pues en esa dinámica y nueva infraestructura museográfica las vibraciones a las que está sometido son nulas. Puede temblar o pasar el tren y se mueve la colección, pero la pieza no", ha explicado la experta.

   La parte del estudio de vibraciones es parte integral de un modelo de riesgos que llevó a cabo el grupo de expertos austriacos y mexicanos, quienes llegaron a la conclusión de que "el problema de las vibraciones es el escenario de traslados. No importa si es en barco, autobús o avión".

OTROS 500 AÑOS

   Y es que someter a esta pieza a vibraciones provocaría, por ejemplo, que los bordes de los elementos metálicos, especialmente los discos en oro, que son filosos e irregulares, al estar en vibración y en contacto con las plumas las cortaría.

   Otra de las razones para no someter al Penacho a un traslado, es que de las 29 fracturas que presenta la pieza en las varillas donde están colocadas las plumas de quetzal, según los estudios de rayos 'X', a la primera provocación mecánica se caerían las barbas, explica la experta.

   Pero si continúa en su cómoda vida en Viena, al estandarte le queda aún bastante vida por delante. Según Olvido Moreno, el Penacho está "envejeciendo, no a paso acelerado, sino en un proceso natural, y con la restauración de 2012 podemos pensar que cuando menos vivirá 500 años más".