Actualizado 18/03/2014 23:50

Los templos se preparan para el equinocio de primavera

TEMPLOS
Foto: INAH.

MÉXICO DF, 17 Mar. (Notimérica/EP) -

   Ritualizado como símbolo divino, el equinocio de primavera fue en época prehispánica, un importante momento del año en el que se celebraban solemnes ceremonias, se realizaban grandiosas ofrendas, la presencia de los dioses se hacía más cercana y el adorado sol se colaba hasta iluminar lugares insospechados de los oscuros templos.

   Más de cinco siglos después, centenares de miles de turistas quieren revivir aquellos rituales que tanta veneración provocaban entre los antiguos pobladores de América y para ello el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México ha presentado un operativo para que todo se desarrolle con normalidad.

   Xochicalco en Morelos o Chichén Itza y Dzibilchaltún en Yucatán serán algunos de los 45 monumentos que contarán con un dispositivo especial durante el equinocio, que se celebra entre los días 21 y 23 de marzo.

   Pero sin duda, Teotihuacán, en el estado de México, será el lugar más visitado durante esta fiesta en la que se rememoran las costumbres de las civilizaciones prehispánicas. Cerca de 70.000 personas acudirán a la que fue denominada por los aztecas 'Ciudad de los Dioses' y que se postuló como la urbe más poblada de la América Precolombina.

   Las pirámides del Sol y la Luna estarán protegidas por más de 200 operarios del INAH y otros tantos que aportará la Policía Federal y Estatal para garantizar la seguridad de la que fue una ciudad cosmopolita y una de las potencias culturales y económicas de la época.

   "Para poder subir a la Pirámide del Sol, que tiene 64 metros de altura y una base de 224 metros, las personas tienen que hacer una larga fila de hasta tres horas, ya que 30 por ciento de los visitantes (70 mil) decide escalar los 220 escalones de este monumento", ha asegurado el director de la zona arqueológica de Teotihuaca, Alejandro Sarabia al rotativo mexicano Milenio.