Actualizado 11/03/2014 17:31

Paraguay pedirá un crédito de 475 millones de dólares

Escuela de educación infantil en Paraguay (2012)
Foto: REUTERS

Cooperativas educativas denuncian que los niños estudian "bajo los árboles"

   ASUNCIÓN, 10 Mar. (Notimerica/EP) -

   El presidente de Paraguay, Horacio Cartes, ha admitido este lunes que el Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide) "no funciona", pues "su concepción misma está mal", por lo que el Gobierno solicitará un nuevo préstamo financiero "lo antes posible" de unos 475 millones de dólares.

   Cartes ha reconocido que las autoridades locales y nacionales se han saltado muchos criterios a la hora de distribuir este fondo, dedicado a la reconstrucción y mantenimiento de los centros escolares de todo el país. El mandatario paraguayo ha explicado que las instituciones cuentan con 60 años de abandono, por lo que el dinero del Fonacide es insuficiente.

   "El dinero del Fonacide no alcanza ni para la comida" que se reparte en los comedores escolares, ha apuntado Cartes, quien ha anunciado que ya ha conversado con la ministra de Educación, Marta Lafuente, sobre la posibilidad de solicitar un préstamo de 475 millones de dólares.

   Sin embargo, desde las asociaciones de trabajadores de la educación y estudiantes han criticado en numerosas ocasiones el mal uso y las negligencias que las autoridades locales cometen con el dinero que les llega de las arcas del Estado.

   Los sindicatos denuncian que los niños estudian bajo los árboles o utilizan troncos y tablas de madera como pupitres, además de disponer de escaso material escolar o la imposibilidad de ofertar servicios de comedor.

   En ese sentido, Cartes ha reconocido que los controles han sido escasos y ha prometido que se llevarán a cabo las sanciones correspondientes contra aquellos que malversaron los fondos públicos, ha informado el diario paraguayo 'Última Hora'.

   El anuncio de Cartes se ha producido casi un mes después de que la ministra Lafuente informara que el Gobierno tendría que recurrir al capital privado para poder hacer frente a las inversiones y mejoras en las escuelas paraguayas, apelando a la "responsabilidad social" de las empresas para que apoyasen a las instituciones educativas de las ciudades en las que se asientan.

NULO ACUERDO EN MATERIA EDUCATIVA

  El Congreso de Paraguay sancionó el pasado 20 de septiembre de 2012 el proyecto de ley que creaba la figura del Fonacide, el cual estaría financiado con los recursos económicos extras procedentes de la represa hidroeléctrica de Itaipú, una empresa gestionada de manera conjunta por Paraguay y Brasil.

   El beneficio económico que recibe Paraguay está en torno a los 360 millones de dólares pero, el Congreso ha sido incapaz de alcanzar un acuerdo. Después de varios organismos fallidos desde los que gestionar el dinero sobrante de Itaipú, en 2012 se creó el Fonacide, el cual contemplaba por primera vez la necesidad de incluir a la educación dentro de estos planes de inversión.

   Sin embargo, la creación del Fonacide, azuzada por el imperativo de incluir a la educación en el proyecto, vino acompañada de un precario acuerdo firmado por congresistas del Partido Colorado y del Partido Liberal Radical Auténtico, que trajo consigo numerosos errores que acabaron por propiciar el derroche de los fondos públicos, que en 2012 fueron de 38 millones de dólares.

ESTUDIANDO EN BARRACONES

   La situación es especialmente grave en algunos municipios del interior del país, como el de Lima, en el departamento de San Pedro, donde los jóvenes estudian en barracones de madera, algunos incluso lo hacen "bajo los árboles".

   "Ya no sabemos a dónde recurrir. Según informes que nos han llegado, el año pasado el municipio recibió unos 200.000 dólares, pero nosotros no hemos visto nada. Los niños de primero y segundo curso darán clases bajo los árboles, porque estas aulas de madera corren el riesgo de derrumbarse", denunció hace unas semanas el presidente de la comisión cooperadora escolar del municipio de Lima, Aníbal Mora.

   Por su parte, las asociaciones de padres también han criticado que se haya suprimido de los centros los servicios de comedor y las meriendas, único alimento, han denunciado, que muchos de los niños reciben a lo largo del día. "Aquí asisten niños pobres que ni siquiera desayunan en sus casas", alertaron desde estas agrupaciones.