Actualizado 21/01/2014 16:43

La mayor tasa de deforestación amenaza a una tribu aislada en Paraguay

SURVIVAL INTERNATIONAL
Foto: SURVIVAL INTERNATIONAL

ASUNCIÓN, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -

   La mayor tasa de deforestación que se da en el planeta se produce en el bosque de Chaco en Paraguay, un lugar calificado de Reserva de la Biósfera en el que habitan los indígenas ayoreos, que soportan las consecuencias de la tala de árboles que efectúan las compañías ganaderas, según un estudio de la universidad de Meryland (Estados Unidos).

   La imagen de la zona contrasta con la se captaba en los años 90, cuando todavía no había comenzado la destrucción forestal que ha acabado con la mayor parte del bosque, exceptuando el espacio reservado a los ayoreos, la única tribu que todavía permanece aislada de la civilización en Paraguay.

   Estos indígenas cuya supervivencia depende del buen estado de salud del bosque, llevan miles de años cuidando del lugar y ahora se ven forzados a vivir en una constante huida de las excavadoras. Además, cualquier contacto con los ganaderos podría aniquilarlos, puesto que carecen de inmunidad frente a las enfermedades que propagan los foráneos, denuncia Survival Intertational, una organización que defiende los derechos de los pueblos indígenas.

   "Los proyectos ganaderos a ser ejecutados en territorio ancestral y tradicional indígena Ayoreo Totobiegosode, significan arrasar, devastar el sistema de bosques nativos del lugar e implica violentar los derechos más elementales y más vitales de los indígenas", defendió recientemente la organización indígena OPIT.

   Survival International también denuncia que la Secretaría del Ambiente de Paraguay otorgó recientemente licencias para deforestar el lugar a la empresa ganadera brasileña Yaguarete Porá S.A. y a Carlos Casado S.A., filial de la constructora española Grupo San José.

   "¿Durante cuánto tiempo más se jactará Paraguay de tener dos reservas de la biosfera de la UNESCO? Con la tasa de deforestación más alta del mundo, el Chaco no durará para siempre: con ello, la única tribu no contactada del país será destruida. El Gobierno debe impedir que los ganaderos brasileños sigan destruyendo la herencia de su pueblo antes de que sea demasiado tarde para el Chaco y también para los ayoreos", ha asegurado el director de la organización, Stephen Corry.