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ASUNCIÓN, 2 Abr. (Notimérica/EP) -
La noticia del gasto de 570.000 dólares en comida y en bebidas que ha destinado la Cámara de Diputados de Paraguay en los últimos nueve meses para sus ágapes durante las sesiones parlamentarias ha levantado bastante revuelo en parte de la sociedad paraguaya, la cual hace una semana acudió a la huelga general convocada por los principales sindicatos del país ante las precaria situación salarial y social a la que muchos trabajadores tienen que hacer frente.
El dinero que el Estado destina para que los 80 diputados estén bien alimentados durante sus jornadas de cinco a seis horas al día ha conseguido el repudio generalizado de la ciudadanía, según ha reflejado el diario paraguayo 'Última Hora', que se hizo eco de varias declaraciones emitidas a través de las diferentes redes sociales que el medio gestiona.
Las afirmaciones de los ciudadanos indignados por tal dispendio apuntan todas ellas hacia el mismo lado: la falta de coherencia teniendo en cuenta que otros sectores del país sufren graves problemas de recursos. Es el caso de algunas escuelas, en especial en los departamentos del interior del país, donde los niños no solo se quedan sin la merienda escolar sino que tienen que recibir clases en el suelo o incluso bajo los árboles.
"Sinvergüenzas", "caraduras", "decepcionantes", son algunos de los epítetos más repetidos por aquellos que quisieron compartir sus opiniones en las redes sociales del ya mencionado periódico paraguayo, que también ha hecho un estudio sobre el destino al que podría ir invertido tanto dinero. "¿No pueden desayunar bien en su casa para ir a trabajar como hacemos todos?", se preguntan los ciudadanos.
Así, esos 570.000 dólares que se gastaron en nueve meses para dar de comer a 80 diputados, podrían alimentar en el mismo periodo de tiempo a 211.666 pacientes de los hospitales públicos y a 169.333 escolares de las instituciones de enseñanza dependientes del Estado.
El contraste de las cantidades se hace más notorio si se tiene en cuenta que, según datos oficiales, el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social invierte al día menos de tres dólares en las tres comidas diarias que ingieren los pacientes hospitalizados. Un dispendio muy similar al destinado para cada uno de los más de 30.000 escolares dependientes de la educación pública que hay en Asunción.
LOS DIPUTADOS SE DEFIENDEN
El presidente de la Cámara de Diputados, Juan Bartolomé Ancho Ramírez, salió en defensa de la institución que preside, después del revuelo que se ha formado tras conocerse el gasto que el Estado destina a la alimentación de los parlamentarios, alegando que el servicio gastronómico del que se ven beneficiados propicia "que sea más productivo el trabajo en la Cámara".
"Con los problemas de tráfico es prácticamente imposible que una persona vaya a su casa a almorzar saliendo de las instituciones. No es tan fácil", defendió Ramírez, quien quiso matizar que no solo los diputados se benefician de este servicio, sino también las "personas comunes" que acuden a la Cámara a hacer otro tipo de trabajos.
"Está justificado plenamente que los diputados, asesores y visitantes puedan comer o merendar dentro de la Cámara porque de otra forma es imposible que puedan cumplir bien su trabajo", señaló Ramírez.
Sin embargo, Ramírez admitió que la cantidad que se publicó en los medios, y teniendo en cuenta "las necesidades" que acucian al país, es "lógico" el malestar de los ciudadanos. Sin embargo, dijo, que siendo así se tendrían "que hace miles de recortes", por lo que urge la necesidad de "administrar objetivamente" este tipo de situaciones.
LAS EMPRESAS CONTRATADAS, BAJO SOSPECHA
Las posibles irregularidades en la contratación de las cuatro empresas proveedoras de este servicio --Alimentos y Servicios SRL, Ricos y Picantes, Emprendimiento Comercial La Esperanza SA y Negra Manchini-- también han sobrevolado estos días tras la polémica, pues no sería la primera vez que se señalasen flagrantes situaciones de corrupción y nepotismo en las administraciones públicas del Estado.
Ramírez ha señalado que si bien la aprobación de estos presupuestos es cosa del Parlamento, en octubre del años pasado el Senado hizo públicas las nóminas de los funcionarios, lo que desveló numerosos casos de tráfico de influencias y nepotismo dentro de la función pública, como en el que incurrió el senador oficialista del Partido Colorado Víctor Bogado, quien se demostró tenía bajo sueldo público a la niñera de sus hijos y a su guía espiritual.