Actualizado 21/03/2014 22:20

Alianza Público-Privada une contra el Gobierno paraguayo

Marcha campesina en Paraguay (2013).
Foto: REUTERS

ASUNCIÓN, 21 Mar. (Notimérica/EP) -

   La habitual marcha reivindicativa que la Federación Nacional Campesina (FNC) lleva realizando desde 1994 para exigir una reforma agraria acorde con las necesidades de los labriegos, se unirá por primera vez a una huelga general, gracias, esta vez, a la Alianza Público-Privada (APP), vista por parte de la sociedad civil como una invitación a la privatización de los recursos de Paraguay.

   La huelga, prevista para el próximo 26 de marzo en todo el país, fue convocada hace unas semanas por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), así como por otros gremios profesionales, como la Unión de Sindicatos de los Trabajadores del Transporte (USTT), la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), y varios sectores de la educación, entre otros.

   Si bien los distintos sectores que se movilizarán ese próximo miércoles le reclaman al Gobierno diversas materias, el repudio a la APP, propuesta por el presidente de Paraguay, Horacio Cartes, ha acabado por unir a todos los trabajadores, independientemente de su profesión.

   La FNC anunció el jueves que se movilizarían a partir del domingo desde distintos puntos de la geografía paraguaya con el fin de llegar a la capital el próximo martes, un día antes de la huelga general, cuando se dirigirán con el resto de sindicatos obreros hasta las puertas del Congreso Nacional, según ha informado 'Última Hora'.

   La movilización del 26 de marzo ha adquirido, además, una fuerte carga simbólica pues se cumplirá el vigésimo primer aniversario de las marchas campesinas a favor de una reforma agraria, así como de mejores precios y condiciones para los productos agrícolas y del cese de la represión policial y militar en el campo.

REIVINDICACIONES DE LOS TRABAJADORES

   La CNT, con el apoyo de otros sindicatos y agrupaciones, hizo públicas las reivindicaciones laborales por las que han decidido convocar una huelga general para el 26 de marzo. Entre ellas, está el eterno problema en la sociedad paraguaya del salario mínimo, fuente de varias disputas con el Ejecutivo.

   Los trabajadores, que tienen que acudir al contrabando para completar las necesidades básicas, han rechazada la propuesta del Gobierno de subir en un 10 por ciento el salario mínimo y han sostenido que el reajuste del mismo debería ser del 25 por ciento.

   En ese sentido se mueven el resto de peticiones. Los sindicatos exigen que los precios de los productos básicos estén regulados por ley; que se reduzca el precio del transporte público, al cual muchas familias destinan hasta el 30 por ciento de su salario; que los seguros sociales se amplíen a más sectores de la sociedad;

   La cuestión de la supresión de la APP es una de las principales reivindicaciones de los manifestantes, pues es considerada una medida que acabará por privatizar los servicios básicos, así como los recursos naturales de Paraguay.