Publicado 27/03/2014 16:09

El Congreso citará a Cornejo para que explique su vínculo con la empresa Helios

Cornejo
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LIMA, 27 Mar. (Notimérica/EP) -

La Comisión de Fiscalización del Congreso tiene previsto citar al primer ministro de Perú, René Cornejo, para que comparezca ante la Cámara y responda acerca de su participación en la Corporación Helios, de la que siguió siendo apoderado hasta octubre de 2012, pese a que desempeñaba la titularidad del Ministerio de Vivienda, compatibilidades totalmente prohibidas en la legislación peruana

El legislador del Partido Solidaridad Nacional (PSN) Vicente Zeballos ha informado que actualmente el grupo de trabajo que dirige en la Comisión de Fiscalización se encuentra trabajando en la recopilación y selección de la documentación que existe sobre el tema.

"Solo hay una parte abultada de registros públicos. Tenemos que seguir recabando pruebas y ya después se convocará al primer ministro Cornejo", ha explicado Zeballos, quien ha negado que esta medida tenga que ver con una "persecución política", ha informado el periódico 'Perú 21'.

Paralelamente a esta convocatoria, la Fiscalía ha iniciado ya una investigación para averiguar si Cornejo cometió un delito de tráfico de influencias aprovechando su cargo en el Ministerio de Vivienda para conseguir una serie de contratos estatales para la empresa de la que formaba parte, supuestamente, hasta que accedió a este cartera.

La empresa Helios, de la que fue fundador, se benefició de contratos de consultoría valorados en más de 3.000 millones de dólares, según datos oficiales de la propia compañía, la cual habría colaborado en proyectos millonarios relacionados con planes inmobiliarios, el transporte, la energía o la industria agrícola.

La presencia de Helios no sólo tuvo repercusión dentro de las fronteras peruanas, sino también en otros países de la región, como Honduras, cuyos trabajos le reportaron beneficios cercanos a los 900 millones de dólares en sólo tres años; en Colombia, en donde ha abierto dos gestorías; en Costa Rica; en El Salvador; y México, en donde sus negocios fueron catalogados de "confidenciales".