LIMA, 2 Jun. (Notimérica/EP) -
El ya destituido presidente regional de Áncash, César Álvarez, ha sido condenado a tres años de prisión preventiva mientras dure la investigación que pesa sobre él por el asesinato de uno de sus rivales políticos, el consejero Ezequiel Nolasco, asesinado con tres tiros en la cabeza el pasado mes de marzo.
Álvarez, quien se encontraba cumpliendo otra pena de prisión preventiva de 18 meses por su implicación en la trama de espionaje conocida como 'La Centralita', será encerrado a partir de este lunes en un sistema penitenciario de máxima seguridad hasta que se dilucide su verdadera implicación en el crimen, en el cual habría actuado como autor intelectual e instigador del mismo, según las investigaciones de la Fiscalía.
Precisamente, fue el Ministerio Público quien solicitó la entrada en prisión de Álvarez, así como el embargo de sus bienes, antes de que la Justicia dicte la sentencia definitiva, ha explicado el periódico 'Perú 21'.
El juez encargado del caso, el magistrado del Segundo Juzgado de la Sala Penal, Walter Sánchez, aceptó la petición de los fiscales, y también aplicó medidas similares contra el suspendido alcalde del Santa, Luis Arroyo, además de los distintos autores materiales del asesinato, como Christian 'El Colombiano' Cruzate y su socio Saavedra.
EL ASESINO CAMBIA SU CONFESIÓN
Durante la sesión, que duró algo más de catorce horas, tomó la palabra Christian Cruzate, el asesino confeso de Nolasoc, para cambiar el testimonio que dio en un principio de la investigación y asegurar que no fue Álvarez quien le contrató para llevar a cabo el asesinato, por el cual cobró alrededor de 11.000 dólares.
"Yo aquí no veo a ninguno que me haya acompañado en el crimen", declaró Cruzate ante los magistrados del Segundo Juzgado de la Sala Penal, en la que también estuvo presente Álvarez.
La declaración de Cruzate no solo varió con respecto a la autoría intelectual del crimen, sino también en relación al resto de personas que participaron en la consumación del mismo. En esta ocasión, 'El Colombiano' también cambió la identidad de las personas que le trasladaron al lugar de los hechos.
ÁLVAREZ SE DEFIENDE
"Tengo arraigo en mi tierra. No me escaparía ni sería un prófugo", declaró Álvarez en su intento por no ingresar en prisión. En ese sentido, aseguró que la mayor prueba de su inocencia lo refleja el hecho de haberse entregado por cuenta propia a las autoridades, después de que estallara el escándalo de corrupción y crimen que inunda Ancash, una de las regiones más ricas de Perú.
"Soy inocente", reiteró en varias ocasiones. Álvarez aseguró que no encabeza ninguna red criminal en la región y no conocer a Cruzate. El líder del movimiento Cuenta Conmigo, denunció que 'El Colombiano' fue objeto de torturas durante tres días, tiempo en el que se estuvo gestando la, según afirmó, la falsa acusación que pesa sobre él.
LOS CRÍMENES POLÍTICOS EN ÁNCASH
Una resolución de la Justicia peruana aseguró que Álvarez, lideraba una cúpula criminal encargada de "eliminar y silenciar a sus opositores" políticos, además de, utilizando su condición de funcionario, servirse de los recursos del Estado para llevara a cabo licitaciones de obras públicas de forma irregular y así agenciarse importantes sumas de dinero.
Según el fallo del Tercer Juzgado Penal Nacional, la muerte de Nolasco, candidato al Gobierno regional y uno de los más férreos opositores a la gestión de Álvarez, "es una muerte más de los asesinatos que se cometieron en Áncash", todos ellos, ha señalado la resolución judicial, con un objetivo en común: "eliminar a las personas que entorpecían las gestiones administrativas y políticas irregulares" que se llevaban a cabo en la región.
EL CASO DE 'LA CENTRALITA'
Álvarez fue encarcelado de manera preventiva esta semana durante 18 meses por su supuesta implicación en el caso de 'La Centralita', el cual habría participado en la elaboración de una red de espionaje y varias campañas de desprestigio contra los políticos opositores a su gestión.
El juez de la Corte Superior del Santa, Richard Concepción Carhuancho, fijó prisión preventiva en un penal de máxima seguridad. El resto de sospechosos, entre los que están cuatro periodistas, su jefe de imagen y un trabajador, serán recluidos en diferentes centros penitenciarios.