SANTIAGO, 24 Oct. (Notimérica) -

   Las elecciones municipales de Chile, celebradas este domingo, han marcado un nuevo récord en la democracia del país iberoamericano; de los 14 millones de ciudadanos llamados a la urnas, únicamente 4,9 millones acudieron a votar, lo que supone una abstención del 65,1 por ciento.

   Estos datos de participación son los más bajos desde el retorno a la democracia en Chile, que vivió una dictadura militar hasta 1990, después del plebiscito de 1988, donde los ciudadanos decidieron ponerle fin al gobierno de Augusto Pinochet.

   De acuerdo con los expertos, esto se debe al desinterés. "Dos de cada tres chilenos aproximadamente no votan por desinterés, por no sentirse llamados a participar en el proceso electoral", le explicó el diputado y experto electoral Pepe Auth, al diario 'La Tercera'.

   La segunda de las razones es, según Auth, el "desprestigio institucional", el cual genera rechazo, y por último "la poca renovación y competitividad de estas elecciones".

   Hasta 2012, el voto en Chile era obligatorio. No obstante, en las municipales de aquel año se implementó el voto voluntario. En este sentido, según el director del Centro de Opinión Pública de la Universidad del Desarrollo, Gonzalo Muller, "desde que tenemos el voto voluntario, la gente dejó de tener la necesidad de manifestarse a través del voto, eso, incluyendo los nuevos componentes como los escándalos de financiamiento político y el tráfico de influencias".

   En este marco, algunos expertos se plantean ahora la posibilidad de que regrese el voto obligatorio. No obstante, aunque en la esfera política esta posibilidad cobra cada vez más peso, este cambio supondría para muchos otros un "crimen contra la democracia" que, además, no lograría aumentar la participación electoral.

   En cuanto a las interpretaciones de los resultados, el expresidente Ricardo Lagos declaró que "todos hemos sido castigados con esta abstención. Es un desafío para todos los sectores".

   Entretanto, según el analista Mauricio Morales, con una visión más optimista, "se puede leer la abstención como, muy entrecomillas, un indicador positivo de las democracias sanas".

"La gente no sale a votar cuando está consolidado el sistema y el modelo como tal. La ciudadanía siente que no hay mucho en juego y por lo tanto no hay nada que salir a defender", agregó.

   Frente a esto, otros sectores de la sociedad han propuesto como solución el voto electrónico, con el fin de facilitar la forma de votar y reducir la abstención.

   Sin embargo, esta idea no recibe el respaldo de todos los expertos. Según el analista Carlos Correa, "el voto electrónico no ayudaría a que hubiese más participación, porque votar tiene que ver con la motivación, sí ayuda a simplificar la carga de trabajo en el conteo, reduce los costos, pero si la gente no quiere votar no lo va a hacer", aseguró.

LA BAJA POPULARIDAD DE BACHELET

   A la baja participación se suma el fracaso de la actual presidenta de Chile, Michelle Bachelet. La mandataria, Bachelet, que sufre un desplome en su popularidad, había advertido el sábado que los resultados de las municipales serían una llamada de atención para la clase dirigente tras una serie de escándalos que han golpeado a políticos, empresarios e instituciones.

   La presidenta socialista ha visto caer su popularidad en el último año tras una denuncia de tráfico de influencias que involucró a su hijo y a su nuera, y en medio de escándalos de financiación irregular de empresarios a políticos de distintos partidos.

   Bachelet ha cambiado a algunos miembros de su gabinete tras la crisis provocada por errores en el padrón electoral que no se corrigieron antes de la votación municipal, entre ellos la ministra de Justicia, Javiera Blanco.

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