QUITO (Reuters/EP) - El presidente de Ecuador, Rafael Correa, dijo el viernes que el Gobierno interino designado en Honduras "tiene las horas contadas" por la presión internacional y aseguró que no teme morir por defender la democracia latinoamericana.
El Congreso de Honduras designó a Roberto Micheletti -quien cuenta con el apoyo de buena parte de la población, empresarios, la justicia y el Congreso- luego de que el Ejército derrocó el domingo al presidente Manuel Zelaya, una acción que ha recibido la condena internacional.
Correa, al igual que su aliado el presidente venezolano Hugo Chávez, ha desconocido al Gobierno interino y llamado al pueblo hondureño a resistir hasta que regrese Zelaya.
"Lo fundamental es la reacción del pueblo hondureño, ese pueblo heroico, y más el apoyo de la comunidad internacional me hacen pensar que esa dictadura hondureña tiene las horas contadas", dijo Correa en una entrevista radial.
El secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, llegó a Tegucigalpa para intentar abrir un diálogo con el Gobierno interino, en medio de protestas a favor y en contra del derrocado mandatario.
El organismo tiene previsto reunirse el sábado en Washington. El canciller ecuatoriano, Fander Falconí, participará de la sesión extraordinaria.
Correa ratificó su disposición de escoltar a Zelaya, quien tiene orden de prisión, en su retorno a Honduras, pese a las reacciones internas que podría provocar la decisión.
Pero todavía no ha confirmado su viaje, a diferencia de la presidente de Argentina, Cristina Fernández, que acompañará a Zelaya a Honduras desde Washington.
La cancillería ecuatoriana dijo en un comunicado que la finalidad de la reunión es informar los resultados obtenidos sobre las acciones emprendidas por el organismo en la crisis que vive Honduras desde la semana pasada.
Correa dijo que pidió a Zelaya que medite la invitación que le hiciera, debido a que podría ser perjudicial su arribo a Honduras, porque lo identifican como parte "del eje del mal" al ser parte de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
"Si por ahí un tipo despistado me mete un tiro no sabe qué favor a la historia le hará, porque me habrá inmortalizado y habrá dado un impulso decisivo a nuestra revolución", dijo Correa, quien aseguró que "no le temo mucho a morir".
"Estoy dispuesto a servir a mi pueblo y mi pueblo no es sólo Ecuador sino Latinoamérica", concluyó.
(Por Alexandra Valencia. Editado por Patricia Avila)