Actualizado 12/06/2009 00:28

ACTUALIZA2-Lewis dice hubo presión,no amenaza a BofA por Merrill

Por Kim Dixon y John Whitesides

WASHINGTON (Reuters/EP) - Legisladores estadounidenses acusaron el jueves al Departamento del Tesoro y a la Reserva Federal de usar amenazas e intimidación para obligar al Bank of America a adquirir Merrill Lynch, una acusación que fue rechazada por el presidente ejecutivo de Bank of America, Ken Lewis.

Los republicanos acusaron al presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, y al ex secretario del Tesoro Henry Paulson de "poner un revólver en la cabeza" de Lewis para cerrar el acuerdo.

Tanto Bernanke como Paulson deberán comparecer ante la Comisión de Supervisión y Reforma del Gobierno de la Cámara de Representantes.

El representante demócrata Elijah Cummings destacó que Lewis había dicho a su directorio que la Fed y el Tesoro removerían al directorio y a la gerencia del banco si no concretaban la compra de Merrill Lynch, pese a las crecientes pérdidas del banco de inversión.

"Si eso no es una amenaza, no sé qué es", dijo Cummings.

Lewis, el único testigo en la audiencia, admitió después de repetidos cuestionamientos que sí hubo presiones, pero no se atrevió a calificar la postura de Bernanke y Paulson como un improperio o una amenaza indebida.

El alto ejecutivo, quien respondió brevemente y sonrió en algunos pasajes del interrogatorio, sostuvo que Bernanke y Paulson nunca le pidieron que mantuviera en secreto información que el banco quería revelar a los accionistas.

"Diría que ellos asesoraron fuertemente y hablaron en términos fuertes, pero creo que fue con buena intención", sostuvo y aseguró que la presión no fue impropia.

"Se dio en el contexto de lo que ellos pensaban que era lo mejor para Bank of America y el sistema financiero", añadió.

Bank of America es regulado por la Reserva Federal.

La comisión examina el rol del Gobierno en la compra de Merrill Lynch del 1 de enero y los 20.000 millones de dólares adicionales de dinero de los contribuyentes que se entregaron a Bank of America ese mes.

Lewis acordó comprar a Merrill Lynch en un acuerdo orquestado con la ayuda del Tesoro, cuando Wall Street y la economía de Estados Unidos caían en picada. Los accionistas de Bank of America y Merrill votaron a favor de la fusión de las firmas el 5 de diciembre.

"CLIMA DE TEMOR"

Lewis ha dicho que fue sólo a finales de enero que se dio cuenta cuán rápido se estaba deteriorando Merrill y luego amenazó con retirarse de la fusión, pero que funcionarios del Tesoro y de la Fed presionaron para que se completara el acuerdo.

"Esta transacción tuvo lugar en un clima de miedo e intimidación de funcionarios del Gobierno", dijo el representante republicano por el estado de Ohio Jim Jordan.

Edolphus Towns, presidente demócrata de la Comisión de Supervisión y Reforma del Gobierno de la Cámara de Representantes, dijo que Bernanke y Paulson serían llamados a testificar sobre su rol en el tema.

"Buscaremos algunas respuestas a preguntas que forman un puzzle", dijo Towns. "¿Paulson y Bernanke abusaron de su autoridad al ordenar a Lewis a que llevara adelante la adquisición de Merrill? ¿O Lewis amenazó con retirarse para obtener más dinero del Gobierno federal?", preguntó Towns.

Los legisladores han dicho varias veces que Lewis debió haber conocido desde mucho antes lo que dice sobre las enormes dificultades de Merrill, que perdió 15.840 millones de dólares en el cuarto trimestre del año pasado.

Sin embargo, Lewis aseguró que "nadie predijo el derrumbe que ocurrió en el cuarto trimestre del 2008".

Lewis también insistió en que los abogados de valores del banco, y no él, decidieron qué información sobre el acuerdo de Merrill era lo suficientemente importante como para difundir a los accionistas.

Consultado sobre si la intención del banco de contar con una cláusula de retiro del acuerdo debería haber sido trasmitida a los accionistas, Lewis dijo: "Dejé esa decisión a nuestros abogados de valores y a nuestro consejero externo".

Tras la audiencia, el representante demócrata Dennis Kucinich dijo que habían documentos internos que sugerían un posible delito de perjurio del presidente ejecutivo del BofA y que la Comisión de Supervisión y Reforma del Gobierno pedirá más detalles a la Fed.