Actualizado 09/06/2009 19:56

Acuerdo Shell en Nigeria no limpiará su imagen: activistas

Por Austin Ekeinde

PORT HARCOURT, Nigeria (Reuters/EP) - El acuerdo de la gigante petrolera Royal Dutch Shell para el pago de millones de dólares a las familias de los manifestantes nigerianos ejecutados en la década de 1990 no pondría fin a la hostilidad local hacia la firma, dijeron activistas el martes.

Shell acordó el lunes pagar 15,5 millones de dólares para cerrar varias demandas por abusos a los derechos humanos presentadas en tribunales de Estados Unidos.

Algunas de éstas estaban relacionadas con el ahorcamiento en 1995 del prominente activista Ken Saro-Wiwa y ocho manifestantes por el entonces Gobierno militar.

La firma angloholandesa, que fue obligada a abandonar en 1993 sus yacimientos petroleros en Ogoniland en el delta del Níger de Nigeria en medio de las protestas, dijo que no fue parte de la violencia y que dará el dinero como un "gesto humanitario".

"Todavía estamos agraviados con Shell. Pagar una compensación por la sangre de esta gente inocente no hará que Shell regrese a alguna parte de Ogoniland para la explotación de crudo", dijo Veronica Kobani, cuyo esposo murió en los disturbios.

Shell, hasta hace poco el mayor productor extranjero de petróleo en Nigeria, acordó pagar 5 millones de dólares a un fondo para el beneficio del pueblo de Ogoni. El resto del dinero será destinado al pago de honorarios de abogados y a compensaciones para las familias.

Pero algunos residentes de la zona dijeron que con el acuerdo no serán totalmente expuestos públicamente los reclamos de la comunidad.

"No estoy particularmente feliz con el acuerdo extrajudicial", dijo la activista Celestine Akpobari de Ogoni.

"Creo que si el caso hubiese sido escuchado públicamente habría ayudado a resolver muchos de los problemas en el delta el Níger, porque lo que sucedió en Ogoni sigue siendo un caso de estudio para el mundo actual", agregó.

IMAGEN EN PROBLEMAS

Las demandas en Estados Unidos reclamaban daños sin especificar por parte de Shell por apoyar el encarcelamiento, tortura y matanza de los manifestantes, al igual que por contaminar el aire y el agua en Ogoniland, una pequeña zona del delta del Níger cuyos residentes eran representados por Saro-Wiwa.

Los nueve manifestantes, quienes protestaban pacíficamente para que los pobres obtuvieran una porción más justa de la riqueza petrolera de Nigeria y contra los daños ambientales causados por la industria, fueron condenados en un juicio catalogado como una farsa por grupos de derechos humanos.

Shell, que negó las acusaciones, ha buscado elevar sus contribuciones para el desarrollo del delta del Níger tras la muerte de Saro-Wiwa, financiando pequeños negocios y proyectos agrícolas, educativos y sanitarios en la región.

Sólo su emprendimiento local SPDC ha pagado a Nigeria más de 34.000 millones de dólares en impuestos y regalías en los últimos cuatro años, fondos que se supone promuevan el desarrollo, reduzcan la pobreza y apoyen el crecimiento económico.

Pero ante la ineficiencia y corrupción en el Gobierno, esos impuestos han hecho poco por ayudar a los residentes del delta.

Ex gobernadores de estados del delta del Níger han sido acusados por malversar decenas de miles de millones de dólares, sin embargo Shell -el símbolo más visible de riqueza en las empobrecidas aldeas- sigue acaparando la ira de las comunidades locales.