Actualizado 16/10/2015 10:43

Los talibán critican la extensión de la misión de EEUU y se ofrecen a negociar "cuando acabe la ocupación"

MADRID, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -

   Los talibán han criticado este jueves la decisión de Estados Unidos de ralentizar el ritmo de retirada de sus tropas de Afganistán y se han ofrecido a mantener "negociaciones significativas" una vez "acabe la ocupación".

   "La ocupación es un acto vil contrario a la naturaleza humana y la civilización del siglo XXI. A excepción de sus aliados marionetas (en referencia al Gobierno afgano), ninguna persona con la cabeza amueblada o nación civilizada del mundo la aceptaría", han indicado.

   "Por ello, la primera de todas nuestras legítimas demandas se ha de cumplir. La ocupación debe terminar en todas sus formas y se debe establecer un Gobierno islámico con el consenso de los afganos", ha apuntado el grupo en su comunicado.

   Así, los talibán han dicho "estar preparados para iniciar negociaciones significativas para poner fin a los combates", recalcando que "todos los problemas podrían resolverse fácilmente a través de un diálogo intra-afgano una vez acabe la ocupación y se retiren las tropas extranjeras".

   "El Emirato Islámico --nombre del país durante el Gobierno talibán-- cree que la solución militar no es una salida al problema afgano. La continuación de la opresión, la ocupación y la invasión no va en el interés de nadie", han valorado.

   "La guerra y el uso de la fuerza sólo resultarán en la destrucción y el acoso del pueblo afgano, y las llamas de la guerra quemarán tanto al opresor como al oprimido", han añadido.

   Por otra parte, han asegurado que "la nación afgana y los muyahidín consideran que establecer fechas para la retirada del enemigo y el fin de las operaciones militares no son compromisos reales, sino táctica militar y estrategia".

   "Estas afirmaciones son hechas una y otra vez sólo para reducir la intensidad del odio y el malestar de los afganos por la ocupación y para engañar a la gente y al mundo", han criticado.

   Asimismo, han manifestado que "la Administración de Kabul instalada por los estadounidenses no tiene apoyo público, por lo que la responsabilidad de que estén en el poder está sobre los hombros de los invasores".

   "Tras cada golpe devastador de los muyahidín, (el Gobierno) vuelve a pedir que se mantengan las tropas invasoras y que se prolongue la ocupación por un mayor periodo de tiempo", han dicho, vinculando las últimas peticiones a la breve toma de Kunduz.

EL ANUNCIO DE OBAMA

   El presidente estadounidense, Barack Obama, ha dado marcha atrás en su política respecto a Afganistán y ha anunciado este mismo jueves que ralentizará el ritmo de la retirada de las tropas del país, argumentando que las fuerzas afganas no están aún lo suficientemente preparadas para asumir en solitario la seguridad del país.

   Obama, que ha calificado su decisión de ajuste "modesto pero significativo", ha dicho que Estados Unidos mantendrá una fuerza de 9.800 efectivos durante buena parte de 2016 porque las tropas afganas no son lo fuertes que deberían ser.

   "Si fracasaran, pondría en peligro la seguridad de todos nosotros", ha defendido Obama, flanqueado por su secretario de Defensa, Ash Carter, el presidente del Estado Mayor Conjunto, Joseph Dunford, y el vicepresidente, Joe Biden.

   Obama tenía previsto retirar todos los efectivos, con la excepción de una pequeña fuerza con base en la Embajada estadounidense en Kabul, antes de dejar el cargo en enero de 2017. En virtud del nuevo plan, las tropas serán reducidas a 5.500 a partir de algún momento en 2017 y estarán apostados en cuatro puntos: Kabul, Bagram, Jalalabad y Kandahar.

   Preguntado por un periodista al final de su declaración de si estaba decepcionado por tener que tomar la decisión, Obama ha dicho que no y ha añadido: "esta no es la primera vez que se hacen esos ajustes. Esta probablemente no será la última". "Sospecho que seguiremos evaluando esto en el futuro, como lo hará el próximo presidente", ha remachado.