Actualizado 14/06/2009 03:46

Ahmadinejad gana elección en Irán; violencia callejera

Por Parisa Hafezi y Fredrik Dahl

TEHERAN (Reuters/EP) - Miles de personas se enfrentaron con la policía, luego de que la disputada victoria electoral del presidente Mahmoud Ahmadinejad provocara las peores protestas vistas en Teherán desde la Revolución Islámica de 1979.

El Líder Supremo de Irán, ayatollah Ali Khamenei, exhortó el sábado a todos los iraníes a respetar la victoria de Ahmadinejad, luego de unas elecciones presidenciales que su rival moderado describió como una "peligrosa farsa".

El triunfo de Ahmadinejad arrojó agua fría sobre las amplias expectativas de que el candidato reformista Mirhossein Mousavi pudiera ganar la contienda.

Miles de partidarios de Mousavi tomaron parte en las manifestaciones. Algunos coreaban "¿Qué pasó con nuestro voto?".

Otros gritaban contra Ahmadinejad mientras intentaban detener el tránsito en una atestada vía capitalina.

"Somos iraníes también" y "Mousavi es nuestro presidente", dijeron.

El ministro del Interior, Sadeq Mahsouli, un aliado de línea dura de Ahmadinejad, declaró que el presidente había sido reelecto a un segundo mandato de cuatro años con el 62,6 por ciento de los votos, frente al 33,7 por ciento para Mousavi, en un récord de concurrencia a los comicios del 85 por ciento.

Mousavi protestó tras lo que calificó como violaciones y manipulación en las elecciones. Funcionarios del Ministerio del Interior rechazaron las denuncias.

"Advierto que no me rendiré ante esta peligrosa farsa. El resultado de tal desempeño de algunos funcionarios pondrá en peligro los pilares de la República Islámica y establecerá la tiranía", dijo Mousavi en una declaración que entregó a Reuters.

En un inusual desafío a las autoridades, miles de sus partidarios hicieron caso omiso a las advertencias de la policía de que confrontarían a cualquiera que participe en protestas no autorizadas. La policía golpeó a los manifestantes con bastones mientras las protestas se expandían por la capital.

En un incidente, policías en motocicletas golpearon a partidarios de Mousavi que realizaban una protesta sentados en la plaza Vanak de la capital.

Mousavi dijo que miembros de su cuartel electoral fueron golpeados "con bastones, palos de madera y varas eléctricas".

En la Universidad de Teherán, unos 100 policías con cascos y escudos usaron gas lacrimógeno y pimienta al perseguir a unos 300 a 400 estudiantes que cantaban. Las tiendas en el área estaban cerradas y habían pequeñas fogatas en la calle.

Aunque las protestas eran pequeñas en comparación a las masivas manifestaciones que provocaron la revolución de 1979, eran las más extendidas en la ciudad desde entonces.

El ayatollah Ali Khamenei, máxima autoridad de Irán, instó el sábado a los candidatos que perdieron las elecciones evitar "conductas provocativas".

"El elegido y respetado presidente es el mandatario de toda la nación y todos, incluyendo los competidores de ayer, deben apoyarlo por unanimidad y ayudarlo", afirmó en un comunicado leído por la televisión estatal.

Ahmadinejad, en un discurso transmitido por televisión a la nación, dijo que las elecciones se desarrollaron de forma "justa y libre". Diciendo que "la gente votó por mis políticas" el mandatario señaló que "todos deberían respetar los votos del pueblo".

DISPUTA NUCLEAR

Analistas iraníes y occidentales dijeron que la reelección de Ahmadinejad posiblemente decepcionará a las potencias que buscan convencer a Irán para que suspenda sus actividades nucleares, que se sospecha están dirigidas al desarrollo de armas nucleares.

También afirman que el nuevo mandato de Ahmadinejad podría complicar aún más los esfuerzos del presidente estadounidense, Barack Obama, para acercarse a Teherán.

"No augura nada bueno para un acuerdo rápido y pacífico de la disputa nuclear", dijo Mark Fitzpatrick, del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres.

La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, dijo que Estados Unidos estaba monitoreando de cerca los resultados de las elecciones y esperaba que el resultado reflejara la voluntad del pueblo iraní.

Una muy reñida campaña generó una intensa emoción dentro de Irán y un gran interés en todo el mundo. La contienda reveló profundas divisiones entre figuras reconocidas del sistema, entre los que respaldaban a Ahmadinejad y los que abogaban por cambios sociales y políticos.

Ahmadinejad acusó a sus oponentes de intentar debilitar a la república islámica mediante una política de distensión con Occidente. Mousavi contraatacó diciendo que el presidente conservador había humillado a los iraníes con su política exterior "extremista".

La noche del viernes, antes de que los resultados oficiales fueran revelados, Mousavi se adjudicó el triunfo diciendo que era el "ganador definitivo". Sostuvo que mucha gente no había podido votar y que habían faltado papeletas para las urnas.

También acusó a las autoridades de bloquear el envío de mensajes de texto, con los que su campaña intentó acercarse a los jóvenes votantes urbanos.

El sábado, la agencia de noticias ISNA citó al vice fiscal general de Teherán Mahmoud Salarkia diciendo que 10 personas habían sido detenidas por "agitar la opinión pública a través de páginas en internet y blogs propagando reportes falsos".

Ahmadinejad obtiene la mayor parte de su apoyo de áreas rurales y vecindarios pobres de grandes ciudades. Mousavi disfruta de un fuerte apoyo en centros urbanos más ricos, especialmente entre mujeres y jóvenes.

Otros dos candidatos sólo obtuvieron apoyo mínimo.

Analistas expresaron incredulidad por el resultado de las elecciones.

"Estoy sorprendido por la audacia del régimen en declarar un margen tan amplio a favor de Ahmadinejad, considerando que en la campaña, el impulso parecía ir hacia la otra dirección", señaló Fitzpatrick.

"Los resultados de las elecciones son increíbles", dijo Ali Ansari en el Instituto para Estudios Iraníes en la Universidad St. Andrews en Escocia. "Si fuera una genuina victoria arrolladora, de seguro la gente estaría afuera en las calles en euforia (...)".