WIESBADEN (ALEMANIA), 25 Ago. (EUROPA PRESS) -
El conjunto de las administraciones públicas de Alemania registró un déficit financiero de 51.600 millones de euros en los seis primeros meses de 2020 como consecuencia del impacto de la crisis provocada por la pandemia de coronavirus, lo que equivale al -3,2% del PIB, en contraste con el saldo positivo de 46.500 millones o un superávit del 2,7% contabilizado en la primera mitad de 2019, según la Oficina Federal de Estadística (Destatis).
Se trata del primer déficit de las administraciones públicas de Alemania en los primeros seis meses de un año desde el registrado en el primer semestre de 2011 tras la crisis financiera global.
"La pandemia de coronavirus afectó significativamente a los presupuestos del Gobierno central, estatal, local y los fondos de la seguridad social en los primeros seis meses de 2020", subrayó la oficina estadística alemana.
De este modo, mientras que los ingresos gubernamentales sufrieron una caída interanual del 3,6%, la primera desde 2010, el gasto público aumentó un 9,3% en el primer semestre de 2020.
El déficit financiero registrado en la primera mitad de 2020 refleja la diferencia entre los ingresos de 766.700 millones de euros y los gastos de 818.300 millones de euros.
Todos los niveles de la Administración registraron saldos negativos, con un déficit de 27.100 millones en el caso del Gobierno central, mientras que a nivel estatal el desequilibrio negativo fue de 10.200 millones y en el caso de los gobiernos locales de 6.400 millones. Por su parte, el déficit de la seguridad social alemana en el primer semestre ascendió a 7.800 millones.
Desde el lado de los ingresos, especialmente los impuestos, que representan aproximadamente la mitad de los ingresos totales del Gobierno general, disminuyeron un 8,1% en el primer semestre de 2020 respecto del mismo período del año anterior.
Esto se debió en gran parte a la fuerte caída de los impuestos pagados por las empresas (-26,8%), especialmente en los impuestos sobre sociedades y comercio. Por el contrario, la caída de los impuestos corrientes sobre la renta o el patrimonio, que pagan los hogares fue bastante moderado (-4,7%). Los ingresos por impuestos sobre la producción y las importaciones disminuyeron un 5,4% en el primer semestre de 2020. Sin embargo, el Gobierno general experimentó un ligero aumento en los ingresos por contribuciones sociales (+ 1,8%).
De su lado, todas las partidas de gasto afectadas por la pandemia de coronavirus mostraron aumentos sustanciales, aunque especialmente significativo fue el gasto en ayudas de emergencia y el pago de cotizaciones a la seguridad social durante la jornada reducida, que contribuyeron al fuerte aumento de las subvenciones (+ 177,5%), mientras que la adquisición de equipos de protección se reflejó en consumos intermedios (+ 17,3%).