BERLÍN, 22 Nov. (DPA/EP) -
La líder de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), Annegret Kramp-Karrenbauer, ha pedido a los líderes del partido reunidos con motivo de su congreso anual en Leizpig que exhiban unidad y visión de futuro en lugar de disensión interna para no ahuyentar a los votantes.
Kramp-Karrembauer protagoniza un congreso con varios frentes abiertos, desde las dudas sobre su figura como "sucesora designada" de Angela Merkel hasta la existencia de una facción de la CDU que plantea abrir un canal de conversaciones con la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).
"Hablar mal del partido nunca ha sido una buena estrategia electoral", ha declarado durante la apertura de los actos, en los que ha rendido tributo a la canciller Merkel. "Nos ha dejado 14 buenos años, de los que podemos estar orgullosos", ha añadido.
Las esperanzas de Merkel acerca de una transición de poder sin sobresaltos al frente del partido se han visto amenazadas por el fuerte descenso del apoyo que Kramp-Karrenbauer registra en las encuestas. Su propia sucesora ha admitido esta semana que ha cometido errores desde que asumió el liderazgo de los conservadores hace un año.
En una serie de entrevistas concedidas antes del congreso, la líder de la CDU insistió en que el partido debe concentrarse en asuntos de importancia para los votantes y ha recalcado que ella es la responsable de elegir al candidato que reemplazará a Merkel como canciller de cara a las elecciones de 2021.
"Soy la líder del partido y la que dirige este proceso desde un principio", declaró al periódido 'Frankfurter Allgemeine Zeitung' "Decidiremos (el candidato) a finales de 2020 en el congreso de nuestro partido. Cualquiera que pretenda lo contrario tiene la oportunidad de hacerse oír aquí en Leipzig", añadió.
Sin embargo, la bajada en las encuestas de Kramp-Karrenbauer ha motivado las especulaciones en torno a que pueda enfrentar un desafío dentro del propio partido en su apuesta por suceder a Merkel.
Durante el congreso, parte de la atención se centrará en un posible enfrentamiento entre ella y el empresario Friedrich Merz, un antiguo peso pesado del partido, quien goza de bastante popularidad en el ala conservadora y cuya participación también está prevista en el congreso.