MÉXICO DF, 30 Mar. (Notimérica) -
Los escándalos de corrupción que han salido a la luz en las últimas fechas, el descontento social que se ha podido observar en las numerosas manifestaciones convocadas a través de los sucesos de Iguala y el distanciamiento de la clase política respecto a los ciudadanos ha llevado a los expertos a alertar de que en las elecciones previstas en México para el 7 de junio podría producirse una fuerte abstención.
Estos comicios, en los que se elegirá a los gobernadores de nueve estados y 903 presidentes municipales (alcaldes) y se renovará la Cámara de Diputados se han caracterizado históricamente por la baja participación de los ciudadanos, en comparación con las elecciones a la Presidencia de la República.
Álvaro Arreola, integrante del Instituto de Investigaciones Sociales de la de la Universidad Autónoma de México (UNAM) y exconsejero electoral en el estado de México, ha alertado del gran desprecio de los partidos políticos hacia sus votantes y ha destacado que en México se ha "pasado de la gran apuesta por la transición a la democracia a una precarización" de ésta.
Según informa el diario mexicano 'La Jornada', Arreola considera que los mexicanos no se sienten representados y, en gran medida, votan para obtener algún beneficio personal. Además, la inseguridad será un tema clave, enfatiza, en estados asediados por la violencia como Michoacán o Guerrero.
LOS ESCÁNDALOS DE LA CLASE POLÍTICA
La corrupción política es una de las principales razones del descontento social en México y es que los numerosos casos que han salido a la luz pública en los últimos meses han afectado a prácticamente todas las formaciones políticas del país.
El propio presidente de México, Enrique Peña Nieto, tuvo que hacer frente al caso de la Casa Blanca, una mansión que supuestamente poseía y que sin embargo, estaba a nombre de una empresa que se ha beneficiado numerosos concurso públicos. Se trata de la misma compañía que, según se ha denunciado en la prensa, le vendió una casa al secretario de Hacienda y Crédito Público del Gobierno mexicano, Luis Videgaray.
Por su parte, el izquierdista Partido de la Revolución Democrática ha tenido que dedicar grandes esfuerzos a lavar su imagen después del caso Iguala, ya que el exalcalde de esta localidad, presunto autor material de la desaparición de los 43 'normalistas', pertenecía a esta formación política, así como el gobernador del estado de Guerrero, Ángel Aguirre, que se vio obligado a dimitir tras los sucesos ocurridos en este municipio el pasado 26 de septiembre.
Además, este partido también tuvo que hacer frente a un caso de corrupción relacionado con la construcción de una línea de metro en México DF, bajo el gobierno de Marcelo Ebrard, exjefe de Gobierno de la capital mexicana y miembro del PRD.
Por su parte, el Partido Acción Nacional de los expresidentes Felipe Calderón y Vicente Fox se vio sorprendido a finales de 2013 por un presunto caso de corrupción política que involucraba a diputados de esta formación. El diario 'Reforma' aseguró que el diputado Luis Alberto Villarreal cobraba comisiones ilegales a alcaldes, a cambio de destinar fondos públicos a sus localidades.
"Hay un alto nivel de descrédito por esos escándalos, lo que va en detrimento de los propios partidos y de los incentivos de la sociedad para ir a votar'', ha destacado la ex consejera presidenta del desaparecido Instituto Federal Electoral María Marván sobre unos comicios cuya campaña electoral comienza este domingo.