Publicado 19/05/2020 17:33

AMP.- Pakistán.- Mueren siete militares de Pakistán en dos ataques ejecutados en la provincia de Baluchistán

MADRID, 19 May. (EUROPA PRESS) -

Al menos siete militares de Pakistán han muerto en dos ataques ejecutados por personas armadas no identificadas en la provincia de Baluchistán, en el suroeste de Pakistán, tal y como ha confirmado el Ejército a través de un comunicado publicado en su página web.

En el mismo, ha detallado que seis soldados murieron a causa de la explosión de una bomba a última hora del lunes al paso de un vehículo militar que estaba haciendo una patrulla en la zona de Bolan, un suceso que se saldó además con cuatro heridos.

Helicópteros militares han evacuado a los militares heridos y los cuerpos de los fallecidos a la capital de la provincia, Quetta, según ha explicado Murad Kasi, jefe de la administración local, en declaraciones a la agencia alemana de noticias DPA.

Por otra parte, al menos un soldado ha muerto en un tiroteo cerca de la localidad de Mand, situada también en esta provincia, que ha experimentado un repunte de la violencia por parte de rebeldes nacionalistas y grupos yihadistas que combaten contra las fuerzas gubernamentales.

La ministra de Derechos Humanos paquistaní, Shirin Mazari, ha condenado lo sucedido a través de su cuenta en Twitter y ha resaltado que las organizaciones terroristas están cada vez "bajo mayor presión". "Pakistán sigue logrando avances en la lucha contra el terrorismo", ha agregado.

El líder del opositor Liga Musulmana de Pakistán-Nawaz (PML-N), Shehbaz Sharif, ha condenado "firmemente" los ataques y ha expresado igualmente sus condolencias a los familiares de las víctimas.

En otro ataque distinto, un militar y un civil han muerto alcanzados por disparos de hombres armados en el noroeste de Pakistán, cerca de la frontera con Afganistán.

Baluchistán es una de las provincias más inestables de Pakistán y hace frontera con Afganistán y con Irán. En la región hay presencia de grupos islamistas y de rebeldes nacionalistas.

La violencia de grupos rebeldes se interpreta como una reacción a los planes de inversión de China para unir la provincia de Xinjiang con el mar Arábigo a través de una red de carreteras y rutas ferroviarias.

El plan para crear un corredor económico de 60.000 millones de dólares para unir China con Pakistán tiene como objetivo dar acceso a los mercados de Oriente Próximo, Europea y Africa.