Publicado 14/01/2020 03:20

AMP.- Sahel.- Francia y el G5 del Sahel reforzarán su presencia contra el yihadismo en la zona con 220 soldados más

AMP.- Sahel.- Francia y el G5 del Sahel reforzarán su presencia contra el yihadi
AMP.- Sahel.- Francia y el G5 del Sahel reforzarán su presencia contra el yihadi - MINISTERIO DE DEFENSA DE FRANCIA

Los esfuerzos tendrán un foco prioritario en el grupo yihadista Estado Islámico en el Gran Sáhara

MADRID, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -

Los presidentes de Francia y los países que integran el G5 del Sahel --Burkina Faso, Chad, Malí, Mauritania y Níger-- han anunciado este lunes que reforzarán su cooperación militar con 220 soldados franceses más ante el incremento de los ataques yihadistas en el Sahel, tras una cumbre celebrada en la ciudad francesa de Pau.

El nuevo número de militares se unirán a las tropas de Barkhane, que ya cuentan con 4.500 hombres. "He decidido aumentar las capacidades de combate en 220 soldados para las tropas de Barkhane", ha indicado el presidente de Francia, Emmanuel Macron.

En su comunicado conjunto, los jefes de Estado del G5 del Sahel han expresado su deseo de mantener el papel militar de Francia en la región y han solicitado además "un refuerzo de la presencia internacional" para hacer frente a la amenaza.

En el mismo, han mostrado su "determinación común de luchar juntos contra los grupos terroristas que operan en la franja sahelo-sahariana y en la región del lago Chad" y han destacado el "apoyo crucial aportado por Estados Unidos, al tiempo que han expresado su deseo de que "continúe".

En este sentido, han indicado que se abrirá una discusión "con los socios ya implicados" para crear un nuevo marco político, estratégico y operacional que tomará la forma y el nombre de Coalición para el Sahel, a la que están invitados todos los países que quieran contribuir.

Este nuevo marco estará asentado sobre cuatro pilares: lucha contra el terrorismo, refuerzo de las capacidades militares de los estados de la región, apoyo al retorno del Estado y las administraciones sobre el territorio y ayuda al desarrollo.

En el caso de la lucha contra el terrorismo, los esfuerzos "se centrarán inmediatamente en la región de las tres fronteras bajo el mando conjunto de la 'Operación Barkhane' y la Fuerza Conjunta del G5 del Sahel, con un foco prioritario en Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS)".

"El mando conjunto de esta coalición acogerá de forma progresiva a la totalidad de los países voluntarios y socios, mientras que las contribuciones militares se unirán a la 'Operación Barkhane' y la futura unión de fuerzas especiales europeas, bautizadas como 'Operación Tacuba', que se inscribirá en el marco de este primer pilar", han detallado.

"El concepto de operación de la fuerza conjunta será revisado para que pueda contar con un margen de maniobra reforzado en la zona de 50 kilómetros desde cada una de las fronteras", han señalado, antes de agregar que la coalición "podrá desarrollar las capacidades operacionales de las fuerzas sahelianas en la totalidad del espacio G5 del Sahel para reducir la amenaza de los grupos terroristas y garantizar un mejor control de las fronteras".

Por otra parte, los jefes de Estado reunidos en Pau han aplaudido el lanzamiento por parte de Francia y Alemania de una iniciativa para la estabilidad y la seguridad en el Sahel y han expresado su deseo de "una aceleración y ampliación de los esfuerzos de formación, entrenamiento, apoyo logístico y entrega de equipamiento a los ejército de los países del G5 del Sahel".

"Este pilar se apoyara principalmente sobre los esfuerzos ya llevados a cabo por Naciones Unidas y las misiones de formación de la Unión Europea (UE)", han explicado en su comunicado conjunto.

Asimismo, han mostrado su compromiso de "poner en marcha todas las medidas destinadas a acelerar un retorno de la administración y los servicios públicos en la totalidad de los territorios", con un foco prioritario en Kidal, en Malí.

En otro orden de cosas, han acordado dar su apoyo "para permitir hacer frente a los nuevos desafíos humanitarios que suponen los desplazados internos, los refugiados y el cierre de escuelas y centros de salud".

Así, han resaltado que "esta acción común tiene como objetivo proteger a las poblaciones civiles, defender la soberanía de los estados del G5 del Sahel, evitar una extensión de la amenaza terrorista en los países fronterizos y garantizar la estabilidad, condición indispensable para el desarrollo".

De esta forma, los jefes de Estado participantes en el encuentro han hecho hincapié en hacer esfuerzos para lograr "una solución rápida a la crisis en Libia, que sigue alimentando la inestabilidad en el Sahel".

Por último, han anunciado que tendrá lugar en junio de este año una cumbre en la capital de Mauritania, Nuakchot, en la que participarán los jefes de Estado de Francia y los países del G5 del Sahel para evaluar la situación.

LA CITA EN PAU

Macron había citado en Pau a sus homólogos de los países del G5 Sahel con el objetivo de que estos le aclaren si desean que las tropas de la 'Operación Barkhane' que Francia mantiene en la convulsa región sigan desplegadas, ante el creciente rechazo de la población local.

Macron anunció la convocatoria de la cita a principios de diciembre durante la cumbre de la OTAN y días después de que Francia sufriera su mayor revés en la historia de sus misiones en el extranjero en años, con la muerte de trece militares en un accidente de helicóptero durante una operación antiterrorista en Malí el 25 de noviembre.

Según ha denunciado esta misma semana el representante especial de la ONU para el Sahel, Mohamed Ibn Chambas, en los últimos meses la región ha experimentado "un devastador aumento en los ataques terroristas contra objetivos civiles y militares".

El epicentro de esta violencia, detrás de la que están tanto la filial de Al Qaeda en la región --el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM)-- como la de Estado Islámico --Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS)-- así como otros grupos autóctonos como Ansarul Islam, lo constituyen Malí, Burkina Faso y el oeste de Níger, la región conocida como Liptako Gourma.

Este último país, sin ir más lejos, ha sido el reciente escenario de un brutal ataque yihadista contra sus militares en la base de Chinagoder, el pasado 9 de enero, que se ha saldado con 89 soldados fallecidos, en lo que se considera el peor asalto hasta la fecha contra el Ejército del país africano, caracterizado por el extraordinario potencial ofensivo del que hicieron uso los terroristas, quienes llegaron a perseguir a los soldados en motocicletas, según fuentes de Defensa de Níger.

LAS VÍCTIMAS SE MULTIPLICAN POR CINCO

En estos tres países, según Ibn Chambas, hubo en 2019 más de 4.000 muertos, una cifra que quintuplica los 770 que dejaron las acciones de los grupos terroristas en 2016. El responsable de la ONU llamó además la atención sobre el hecho de que "el foco geográfico" se está trasladando hacia el este, "amenazando cada vez más a los países costeros de África Occidental".

Los ataques han tenido como resultado también el aumento en el número de desplazados, que ronda ya el millón en los tres países, y además han provocado un incremento de las tensiones y la violencia intercomunitaria, con agricultores y pastores --esencialmente peul o fulani-- como protagonistas.

Los peul, que habían convivido de forma pacífica con otras etnias esencialmente agrícolas de forma tradicional, son vistos ahora con suspicacia, ya que los yihadistas han aprovechado su marginación como el caldo de cultivo perfecto para reclutar a sus combatientes.

Las regiones más afectadas son también algunas de las más desfavorecidas en estos tres países, donde la presencia del Estado es mínima y en las que los yihadistas están llegando incluso a presentarse como alternativa ante una población que se siente olvidada.

Así las cosas, los líderes del Sahel son conscientes de que la situación en sus países se encuentra en un punto crítico y han reconocido que el terrorismo se ha convertido en uno de sus mayores desafíos, si bien se muestran convencidos de que puede ser erradicado, aunque no sin la ayuda de la comunidad internacional.