Actualizado 29/06/2019 14:16

La Asamblea de la OEA concluye sin un plan claro para aumentar la presión sobre Nicolás Maduro

NICOLÁS MADURO
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MEDELLÍN, 29 Jun. (Reuters/EP) -

La Asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA) ha concluido este viernes en Colombia sin un plan claro para aumentar la presión sobre el presidente venezolano, Nicolás Maduro, a pesar de que la mayoría de los países miembros han reconocido a un representante designado por el líder opositor, Juan Guaidó, en este encuentro.

La OEA ha admitido la representación en la Asamblea de una persona designada por Guaidó, hasta que se celebren elecciones en la nación petrolera, con 20 votos a favor, incluidos los de Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, Chile, Costa Rica, Ecuador y Estados Unidos, entre otros.

Sin embargo, ha habido ocho votos en contra, seis abstenciones y un ausente debido a que varias naciones insulares del Caribe, además de Bolivia, México, Nicaragua y Uruguay, se han negado a reconocer al representante de Guaidó que ha participado en la Asamblea, lo que ha impedido a la organización alcanzar un consenso.

"Colombia votó con entusiasmo esa declaración. Aquí el objetivo que todos buscamos es que finalmente los hermanos venezolanos puedan elegir libremente el Gobierno que deseen tener", ha dicho el ministro de Asuntos Exteriores de Colombia, Carlos Holmes Trujillo, durante la sesión plenaria.

Uruguay se negó el jueves a reconocer a la delegación del líder opositor venezolano, liderada por Julio Borges, por considerarla ilegítima, y se retiró de la asamblea.

"En nombre del pueblo venezolano, que sufre en este momento, solamente queremos ser una voz. Nuestra delegación agradece este respaldo a nuestro pueblo", destacó Borges durante la sesión. "La tragedia venezolana hay que abordarla de una sola manera, dándole la palabra al pueblo venezolano", añadió.

SIN RESPALDO UNÁNIME A GUAIDÓ

El pasado mes de abril, el consejo permanente, un órgano inferior a la Asamblea, aceptó al legislador Gustavo Tarre, como representante de Guaidó. Algunos países miembros de este organismo se negaron a reconocer a la delegación de Guaidó después de que Maduro anunciase la salida de Venezuela de la OEA en abril de 2017.

El presidente de la Asamblea Nacional se autoproclamó mandatario interino el 23 de enero con el objetivo de cesar la "usurpación", crear un gobierno de transición y celebrar "elecciones libres". Ha sido reconocido por Estados Unidos, numerosos países latinoamericanos, así como varios europeos, entre ellos España. Sin embargo, aún no logra el respaldo unánime de la OEA.

Aunque el objetivo inicial de este encuentro era aumentar la presión y el aislamiento a nivel continental contra Maduro, e incluso la aplicación de eventuales sanciones, no ha habido resultados concretos.

La situación política en Venezuela ha sido el principal tema en las últimas reuniones de la OEA, un organismo con sede en Washington al que Maduro acusa de estar al servicio de Estados Unidos.

Venezuela, con las mayores reservas de petróleo del mundo, está sumida en una profunda crisis política, social y económica que ha llevado a millones de personas a abandonar su país tratando de dejar atrás la parálisis económica, la hiperinflación, la escasez de productos básicos y el colapso de servicios.

Cuatro millones de venezolanos han abandonado su país y, de continuar la creciente migración, la cifra podría duplicarse para finales de 2020, según un informe de la OEA.

RESOLUCIÓN PARA RESOLVER CRISIS NICARAGUA

Por otra parte, la Asamblea también ha aprobado una resolución apoyando una solución pacífica a la crisis política que se registra en Nicaragua desde abril de 2018 por las protestas contra una polémica reforma de la seguridad social; protestas que crecieron rápidamente hasta exigir la "democratización" de Nicaragua, en lo que ha sido el mayor desafío a Ortega en sus quince años de gobierno.

Así, la Asamblea ha condenado las limitaciones a la libertad de prensa, la represión a la manifestación pacífica y los ataques a quienes participan en actos religiosos y ha insistido en la necesidad de que el Gobierno de Nicaragua permita el ingreso de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y sus mecanismos, así como de otros mecanismos internacionales de derechos humanos.

Más de 300 personas murieron y otras cientos fueron detenidas. Expertos del sistema interamericano que viajaron al país para constatar la situación interna han recomendado en un informe juzgar al presidente nicaragüense, Daniel Ortega, por los crímenes de lesa humanidad cometidos en la represión de las protestas.

El líder 'sandinista' ofreció entonces un diálogo nacional que fracasó por su negativa a convocar elecciones anticipadas. En febrero, las partes acordaron retomar las conversaciones y celebraron las primeras reuniones. Sin embargo, en mayo se suspendió de nuevo por acusaciones cruzadas de incumplimiento.

Las partes acordaron una lista de presos políticos que debían ser liberados antes del 18 de junio. El Gobierno considera que ha cumplido, pero la plataforma disidente asegura que aún hay al menos 85 presos políticos, al tiempo que denuncia que los excarcelados están bajo un régimen de "casa por cárcel".

En este encuentro, los estados miembros de la OEA también han reelegido como comisionados de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a Esmeralda Arosemena de Troitiño (Panamá) y Margaret May Macaulay (Jamaica), y como nuevos miembros a Edgar Stuardo Ralón Orellana (Guatemala) y Julissa Mantilla Falcón (Perú).

Por último, han acordado que Bahamas será la sede de la Quincuagésima Asamblea General de la Organización en el 2020.