BUENOS AIRES, 4 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Cámara Federal de Argentina ha ordenado que el juez Daniel Rafecas se encargue de investigar la denuncia presentada por el fiscal Alberto Nisman contra el Gobierno por, supuestamente, encubrir a los sospechosos iraníes del atentado contra la AMIA, después de que dos magistrados, incluido él, se negaran a llevar el caso.
El 14 de enero, Nisman presentó una denuncia contra la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y su ministro de Exteriores, Héctor Timerman, por encubrir a los presuntos responsables del atentado.
La denuncia recayó en el juzgado de Ariel Lijo durante las vacaciones judiciales argentinas, por lo que éste se limitó a dictar las medidas más urgentes, después de lo cual devolvió el caso a la Cámara Federal para que lo adjudicara por sorteo.
Este sorteo entregó el caso a Rafecas, que el martes se inhibió, asegurando que no era competente para conocer esta causa, lo que devolvió la denuncia de Nisman a la Cámara Federal otra vez.
MUERTE DE NISMAN
El cadáver de Nisman fue encontrado alrededor de las 22.00 (hora local) del 18 de enero en su casa, ubicada en el 13º piso de la torre Le Parc, en Buenos Aires. El fiscal del caso AMIA estaba tendido en el baño y con un disparo encima de su oreja derecha.
Aunque en un principio se barajó la hipótesis del suicidio, ahora tanto la familia como los investigadores lo han descartado. El Gobierno, por su parte, apunta a un complot de la Secretaría de Inteligencia (SINA) para derrocar al 'kirchnerismo'.
La muerte de Nisman ha causado una gran conmoción porque se produjo una semana después de que el fiscal acusara a Fernández de Kirchner y Timerman, e incluso se planteara solicitar su desafuero y detención, de acuerdo con las últimas informaciones.
El atentado contra la AMIA tuvo lugar el 18 de julio de 1994 en Buenos Aires y se saldó con 85 muertos y 300 heridos, convirtiéndose así en el mayor ataque terrorista perpetrado hasta ahora en suelo argentino.
A pesar de ello, sigue sin resolver porque los sospechosos, cinco iraníes entre los que se encuentran el ex presidente Akbar Hashemi Rafsanjani y el ex ministro de Defensa Ahmad Vahidi, nunca han sido interrogados.