Actualizado 20/12/2007 17:41

Argentina.- Cristina Fernández Kirchner retoma las relaciones del Gobierno con la Iglesia Argentina


BUENOS AIRES, 20 Dic. (EP/AP) -

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, recibió ayer a la cúpula del Episcopado, encabezada por el cardenal Jorge Bergoglio, en un primer gesto por recomponer las relaciones con la Iglesia Católica tras cuatro años de desencuentros durante el Gobierno de su esposo Néstor Kirchner.

La reunión tuvo lugar en el despacho de la presidenta en la Casa Rosada, sede del Gobierno argentino, casi una semana después de que asumiera el poder y en respuesta a un pedido de audiencia del propio Episcopado.

"Fue una reunión muy amable", dijo el portavoz del Episcopado, Jorge Oesterheld, quien además se mostró su confianza en que el diálogo "va a continuar y será fluido".

El portavoz eclesiástico reveló que los obispos entregaron a la jefa de Estado el documento que habían elaborado el pasado mes de abril, donde exhortaban a la construcción de un país desde la inclusión social y reclamaban una autonomía real de los poderes del Estado.

Bergoglio en tanto, concurrió al encuentro junto con los integrantes de la comisión Ejecutiva del Episcopado, los vicepresidentes y obispos de Lomas de Zamora, Agustín Radrizzani, y de Tucumán, Luis Villalba; y el secretario general Sergio Finoy.

ACERCAMIENTO A LA IGLESIA.

La postura de Cristina Kirchner en rechazo al aborto, su discurso la noche del triunfo, la carta de felicitaciones que Bergoglio le envió tras las elecciones, y finalmente la visita a la Argentina del secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, se han interpretado como señales de acercamiento.

También cayeron bien en la Iglesia las declaraciones que Néstor Kirchner formuló días antes de dejar la presidencia en una entrevista, en la que dijo que las puertas de la Casa del Gobierno "están abiertas" para el cardenal.

Aunque oficialmente se anunció el encuentro como un simple "saludo protocolar", Fernández marcó una diferencia importante respecto a su esposo, quien durante su gestión jamás recibió a la cúpula local de la Iglesia.

Uno de los momentos más críticos de la relación se vivió en 2005 cuando Kirchner despidió al obispo castrense Antonio Baseotto tras sugerir que el entonces ministro de Salud Ginés González García debía ser arrojado al mar por haberse manifestado a favor de despenalizar el aborto.

El ex presidente también apuntó contra Bergoglio por su relación fluida con importantes referentes de la oposición.

Por su parte, los obispos cuestionaron a su Gobierno por apoyar la difusión del uso de métodos anticonceptivos y la enseñanza de educación sexual a partir de la escuela primaria.

También criticaron a Kirchner por su insistencia en la revisión de lo sucedido durante la última dictadura militar (1976-1983). El ex mandatario en varias oportunidades señaló a la cúpula de la Iglesia por su supuesta complicidad con los jerarcas de aquel régimen.

En ese sentido, Oesterheld dijo que las autoridades eclesiásticas le transmitieron a Fernández su preocupación porque "reconciliación de los argentinos todavía es un tema pendiente".

"Es necesario que no haya impunidad, que haya justicia, que no haya resentimiento, que no haya venganza y se avance en la reconciliación", puntualizó el portavoz.