Actualizado 15/06/2006 20:11

Argentina.- Se espera que Kirchner anuncie la política económica para lo que resta de su mandato en su visita a Madrid


BUENOS AIRES, 15 Jun. (Del corresponsal de EUROPA PRESS Rafael Saralegui) -

La visita oficial que el presidente de Argentina, Néstor Kirchner, realizará la semana próxima a España servirá para convocar a nuevos capitales a invertir en el país, después de cuatro años consecutivos de crecimiento, tras la salida de la crisis social y económica que se desató en diciembre de 2001.

Durante los últimos días, las principales espadas del Gobierno argentino, empezando por el propio presidente Kirchner, han realizado un llamamiento al capital extranjero a invertir en Argentina, para poder mantener el ritmo de crecimiento en torno al 9 por ciento anual.

Lo hizo Kirchner el lunes durante el acto en el cual la compañía francesa Peugeot Citroen anunció la fabricación de un nuevo modelo en el país, que en su mayor parte será exportado, y lo reiteró el ministro de Planificación, Julio de Vido, al referirse a la compra de un fondo de inversión estadounidense de parte del paquete accionario de la generadora de electricidad Transener.

Tanto De Vido como Kirchner tiene en agenda encuentros con la poderosa CEOE, la entidad que agrupa a los principales empresarios españoles, ante quienes se espera que realicen una proyección de la política económica del Gobierno para lo que resta del mandato del presidente, que finaliza el año próximo.

La expectativa es que Kirchner pueda dejar definitivamente atrás la imagen que dejó durante su primera visita a España, cuando mantuvo un duro encuentro con empresario españoles, quienes le objetaron la política económica que está llevando al Gobierno.

Kirchner podrá mostrar ahora que ha hecho grandes progresos: resolvió el conflicto por la suspensión de pagos de la deuda externa, saldó con un solo pago la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y mantiene una economía sólida con tasas de crecimiento de un 9 por ciento anual.

Claro que también se le podrá objetar que no llegó a un acuerdo con la francesa Suez, a la que finalmente se le retiró la concesión de Aguas Argentinas, la empresa que proveía agua potable y servicios sanitarios a nueve millones de usuarios, y que estaba participada por Aguas de Barcelona.

Se trata de un conflicto que aún no está cerrado, ya que el CIADI, el tribunal de arbitraje del Banco Mundial, acaba de admitir los reclamos de ambas compañías contra el gobierno argentino.