BUENOS AIRES, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha recibido el apoyo de los miles de ciudadanos que se han acercado a la Casa Rosada, donde ha quedado instalada la capilla ardiente de su esposo y antecesor en el cargo, Néstor Kirchner, quien murió ayer a causa de un infarto.
Vestida de luto riguroso y con gafas de sol, la mandataria permanece frente al féretro, cerrado y cubierto con un bandera argentina, con los restos mortales de su marido, acompañada por sus dos hijos, Máximo y Florencia, visiblemente afectados.
El silencio en que está transcurriendo el acto sólo se está viendo interrumpido por los gritos de apoyo a la presidenta y de recuerdo a su marido de alguno de los asistentes, lo que ha provocado en varias ocasiones aplausos de los presentes, a los que Fernández a respondido con una leve sonrisa y llevándose la mano al corazón.
Hasta el Salón de los Patriotas se ha acercado también una nutrida representación de la política argentina. Entre los numerosos ministros, gobernadores y legisladores, destaca la presencia de Alicia Kirchner, hermana del ex mandatario y ex ministra de Desarrollo Social, quien ha encabezado el velatorio hasta la llegada de su cuñada y sobrinos.
El gabinete al completo se encuentra también en la sala, liderado por el ministro del Interior, Florencio Randazzo, quien no ocultó su dolor por la pérdida de Kirchner. "Venimos a darle el último adios a un gran argentino, un gran presidente, un gran peronista", dijo al entrar en la Casa Rosada.
Por su parte, el presidente de Bolivia, Evo Morales, ha sido el primero de los mandatarios latinoamericanos en llegar a la capilla ardiente, donde no ha podido contener las lágrimas al encontrarse con Fernández de Kirchner, quien ha permanecido serena a su lado.
Las Abuelas de la Plaza de Mayo, a quien la dirigente ha apoyado siempre en su lucha, acudieron también a la sede del Gobierno, lideradas por Estela Carlotto y Hebe Bonafini. La presidenta quiso agradecer su presencia fundiéndose con algunas de ellas en un sentido abrazo.
Mientras, miles de argentinos hacen cola desde las 10.00 de la mañana (15.00 de la tarde en la España peninsular) para dar su último adiós al que es considerado por muchos el presidente que obró el milagro económico después de la llamada 'crisis del corralito' que colapsó las finanzas argentinas.
La primera en despedir a Kirchner fue una concejala de Moreno por el Frente para la Victoria, Graciela Benítez, que comenzó a hacer fila "ayer a las 15.10" (20.10 en la España peninsular) y que finalmente pudo presentar sus respetos al ex dirigente tras casi 24 horas de espera.
En el exterior se suceden los gestos de apoyo a Fernández de Kirchner con pancartas en las que puede leerse: 'Fuerza Cristina', así como los de cariño a su marido. "Es el mejor presidente que tuvo el país, se llevaba muy bien con el pueblo", dijo Dalia Mendoza, un ama de casa de 45 años.
Este afecto popular se manifiesta a través de centenares de coronas de flores que se amontonan en una de las entradas a la Casa Rosada, según informaron los medios locales.