BUENOS AIRES, 2 Jul. (Del corresponsal de EUROPA PRESS Rafael Saralegui) -
El Gobierno argentino anunció hoy que aplicará sanciones de hasta un millón de pesos (unos 250.000 euros) a la petrolera Shell por cada estación de servicio en la que detecte que no hay abastecimiento de combustibles.
La ministra de Economía, Felisa Miceli, y el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, anunciaron además que realizarán una presentación en la Justicia para que se castigue a los directivos de la petrolera, según dijeron en rueda de prensa en la Casa Rosada.
"Las penas máximas pueden llegar hasta la prisión si se comprueba ante la Justicia la falta", aseguró la ministra. "La Ley de Abastecimiento es clara en ese sentido, las empresas deben abastecer el mercado interno. El artículo quinto inciso B y J de dicha Ley tiene la cobertura para que se proceda judicialmente", agregó.
La funcionaria dijo que analizó con el presidente Néstor Kirchner "la situación del mercado de combustibles que por el elevado crecimiento de la economía argentina ha producido en el pasado algunas situaciones de desabastecimiento en momentos críticos, especialmente para la agricultura".
"Hay compromisos ineludibles de las empresas que operan en el mercado de combustibles de abastecer plenamente al mercado interno, y existiendo el recurso natural base para la producción de gasoil, es que se decidió avanzar en la aplicación de sanciones a la empresa Shell", indicó la ministra.
Productores agropecuarios denunciaron semanas atrás que en muchas estaciones de servicio del interior del paìs faltaban combustibles, especialmente el gasoil, que es utilizado por las maquinarias agrícolas.
En algunas estaciones de servicio se niegan a cobrar con tarjetas de crédito o de débito y sólo aceptan dinero en efectivo. Además, en algunos casos, cobran un importe adicional por cada litro de combustible que se compra.
Los propietarios de las estaciones de servicio sostienen que deben realizar ese cobro adicional debido a la escasa rentabilidad del negocio como consecuencia de un supuesto atraso en el precio de los combustibles.