Actualizado 10/10/2007 19:59

Argentina.- Kirchner y la oposición celebran la cadena perpetua para un sacerdote por crímenes durante la dictadura


BUENOS AIRES, 10 Oct. (Del corresponsal de EUROPA PRESS Rafael Saralegui) -

El presidente de Argentina, Néstor Kirchner, y líderes opositores como los candidatos presidenciales Elisa Carrió y Roberto Lavagna coincidieron hoy en destacar el fallo que ayer condenó a cadena perpetua al sacerdote católico Christian Von Wernich por violaciones a los Derechos Humanos durante la dictadura militar (1976-1983).

"Ayer fue un día importante para consolidar la democracia en Argentina. Se está reconstruyendo la justicia en nuestro país", afirmó esta mañana el presidente Kirchner durante un acto celebrado en la Casa Rosada, sede del Ejecutivo.

Von Wernich fue condenado el martes por un tribunal de la ciudad de La Plata, a 50 kilómetros de Buenos Aires, por siete casos de homicidio, 31 casos de tortura y 42 de detenciones ilegales por su actuación como capellán de la Policía de la Provincia de Buenos Aires durante la dictadura.

"Me alegra mucho, muchísimo, de que a partir de este caso y la reclusión perpetua que ahora pesa sobre Von Wernich empiece a haber verdad, justicia y condena para los delitos de lesa humanidad", dijo la candidata Elisa Carrió, una católica prácticante que asiste a misa diariamente.

"Uno siente alegría porque hubo una decisión clara y unánime de la Justicia", dijo el ex ministro de Economía Roberto Lavagna, candidato presidencial por una coalición de peronistas disidentes y radicales, alineados con el ex presidente Raúl Alfonsín.

El Episcopado argentino emitió un comunicado anoche, tras conocer la sentencia, en el que exhortó a renovar "los esfuerzos de todos los ciudadanos en el camino de la reconciliación" y recordó que si hubo complicidad con los delitos, por parte de algún miembro de la Iglesia, lo fue "bajo su responsabilidad personal, errando o pecando gravemente contra Dios, la humanidad y su conciencia".

Estela de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, al ser consultada por el pronunciamiento de la Iglesia consideró que "no es suficiente". "Esos religiosos quizás no mataron, pero fueron quienes dieron la bendición a las muertes. La Iglesia tiene que hablar claro y asumir sus responsabilidades", sentenció.