Actualizado 09/06/2015 23:23

Argentina, paralizada por una huelga general

Huelga general en Argentina
Foto: REUTERS

BUENOS AIRES, 9 Jun. (Notimérica) -

   Los sindicatos han destacado el amplio seguimiento de la huelga que ha paralizado Argentina durante este martes, segunda en lo que va de año, y han amenazado con nuevas movilizaciones, mientras que desde el Gobierno han atacado al paro y a los convocantes.

   Argentina amaneció paralizada en la mañana del martes por la huelga que habían convocado todos los sectores opositores de los principales sindicatos del país, en protesta por los topes en las subidas salariales, el Impuesto a las Ganancias y para exigir aumento del salario mínimo.

   Todos los servicios de transporte --autobuses, trenes, metro y aviones-- estuvieron paralizados durante todo el martes, lo cual definió el éxito de la convocatoria, ya que incluso los que han intentado ir a trabajar han encontrado serias dificultades.

   Además, numerosas agrupaciones y partidos de izquierda, como el Movimiento Socialista de los Trabajadores, cortaron los accesos a la ciudad de Buenos Aires con piquetes para impedir el acceso de aquellos que intentaran ir a trabajar desde la madrugada y después marcharon al Ministerio de Trabajo.

   Sin embargo, los sindicatos organizadores de la huelga se habían mostrado en contra de los piquetes: "Nosotros decidimos cese de actividades, los piquetes de alguna manera terminan enturbiando la decisión política de esta protesta", dijo el titular de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), Juan Carlos Schmid.

   Éste es el segundo paro nacional que convoca la mayor parte de los sindicatos en lo que va de 2015, después de la huelga del pasado 31 de marzo, y el quinto desde que Cristina Fernández de Kirchner es presidenta del país.

ÉXITO DE SEGUIMIENTO

   Desde los sindicatos convocantes y adherentes recalcaron el éxito del paro. El secretario general de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Roberto Fernández, habló de un seguimiento del "ciento por ciento" en el sector transporte.

   "Está todo paralizado: subterráneos, corta, media y larga distancia (de autobuses) y las combis (furgonetas)", declaró Fernández, quien señaló que "sabemos que este paro le hace mal al país, pero si no se preocupan los funcionarios, después que no se quejen de que uno tiene que hacer esto para defender sus derechos".

   Además, Fernández resaltó que el problema es que el Gobierno "no quiere sentarse a una mesa a escuchar el reclamo de los trabajadores" y defendió que él no es opositor, sino que defiende a sus trabajadores: "Esto no es ser enemigo de nadie, pero parece que el que piensa diferente acá es opositor a todo. Es un mal concepto que tiene el Gobierno".

   En la rueda de prensa vespertina para analizar la huelga, el titular del sector opositor de la Confederación General del Trabajo (CGT), Hugo Moyano, dijo que el éxito del paro "demuestra la disconformidad de los trabajadores con la política del Gobierno".

   Además, Moyano, en referencia a uno de los reclamos de la huelga indicó que "cuando el Gobierno le ponga techo a la inflación" los sindicalistas le pondrán "techo a las negociaciones salariales".

   Por su parte, el titular del sector opositor de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), Pablo Micheli, amenazó con nuevas movilizaciones en caso de que el Gobierno no escuche los reclamos.

CRÍTICAS DEL GOBIERNO

   Este paro nacional se ha desarrollado mientras la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, se encuentra de visita en Italia, y desde el Gobierno han criticado la huelga y a los sindicalistas convocantes, mientras que han negado la utilidad de la huelga.

   El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, indicó que la huelga "no lleva absolutamente a nada" y señaló que "impiden a la mayoría de los trabajadores ir a trabajar, que seguramente es lo que quieren hacer" con el fin de "provocar zozobra para que la sociedad se lleve un mensaje equivocado".

   Los dos precandidatos del 'kirchnerismo' a la Presidencia de la Nación --el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, y el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo,-- también criticaron el paro en diferentes términos.

   Scioli dijo que era "un día triste y amargo" y llamó "irresponsables" a los piquetes por no dejar que los trabajadores acudieran a sus puestos: "Entendemos y respetamos el derecho a huelga que garantiza nuestra Constitución, pero como dijo el General Perón: primero la Patria, después el movimiento ('peronista') y después los hombres", señaló.

   Por su parte, Randazzo señaló que "los dirigentes sindicales opositores decretaron hoy la prisión domiciliaria de millones de argentinos" y dijo que, mientras que el "Gobierno es el que más hizo por los trabajadores", los sindicalistas actúan "en contra de los trabajadores".

   También el presidente de la Cámara de Diputados atacó la huelga diciendo que "este tipo de protestas no aportan ninguna solución".