Actualizado 21/07/2009 21:49

Arias busca ayuda por crisis Honduras, Zelaya ve guerra civil

Por Juana Casas

SAN JOSE (Reuters/EP) - Costa Rica buscaba el martes ayuda diplomática para que el depuesto presidente hondureño, Manuel Zelaya, vuelva al poder, en un intento a contrarreloj luego de que éste amenazara con retornar en las próximas horas a su país y atizara el fantasma de una guerra civil.

El líder derrocado dijo que buscará regresará a Honduras "a partir del miércoles" pese a las amenazas del mandatario interino, Roberto Micheletti, de encarcelarlo por violaciones a la Constitución, entre otros cargos, a raíz de su intento de realizar una consulta popular para abrir paso a la reelección.

La comunidad internacional, que ha aislado a Honduras, teme que un regreso Zelaya pueda causar un baño de sangre en el empobrecido país, donde el 5 de julio un hombre murió durante una protesta en el aeropuerto capitalino cuando el Ejército frustró un intento del mandatario por volver.

"El presidente (Oscar Arias) ha sostenido conversaciones de alto nivel a nivel regional desde Washington hasta Santiago de Chile y es claro que están buscando ejercer presión sobre Micheletti", dijo a Reuters una fuente del Gobierno constarricense que pidió no ser identificada.

Zelaya insistió en que retornará a Honduras, cuando todavía rige el plazo de 72 horas pedido por Arias, que ejerce de mediador, para hallar una salida negociada a la peor crisis política en América Central en dos décadas.

El líder derrocado había anunciado anteriomente que buscaría volver el próximo fin de semana a su país, luego de que fracasaran el domingo las negociaciones en Costa Rica en torno a una propuesta de Arias para reinstaurar a Zelaya al frente de un gobierno de unidad nacional hasta que complete en enero su mandato.

Zelaya, un empresario agrícola ganadero que despertó tensiones entre empresarios y políticos incluso de su propio partido al aliarse con el izquierdista presidente venezolano Hugo Chávez, dijo que en Honduras ya se vive una guerra civil, a pesar de que las protestas por su derrocamiento han sido en su mayoría pacíficas.

"Cualquiera que esté en Honduras puede ver que ya empezó ese enfrentamiento, esa guerra civil", dijo Zelaya.

Micheletti, respaldado por la Corte Suprema de Justicia y el Congreso, ha dicho que podría adelantar las elecciones previstas para noviembre como salida a la crisis, pero se niega rotundamente a restituir a Zelaya.

AISLAMIENTO INTERNACIONAL

Pero, la presión internacional va en aumento.

Después de los reclamos de las Naciones Unidas y la comunidad internacional de devolver al poder a Zelaya, derrocado hace tres semanas por militares y expulsado del país, Estados Unidos advirtió a Michelettí que podría cortar su asistencia financiera.

La Unión Europea interrumpió ayuda por decenas de millones de euros para la empobrecida nación centroamericana, días después de que el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial suspendieran préstamos con un impacto calculado de 200 millones de dólares para este año.

Panamá, donde el 1 de julio asumió el derechista Ricardo Martinelli, ha hecho gestiones para hacer recapacitar al Gobierno interino. El canciller costarricense, Bruno Stagno, viajó el lunes a la capital panameña para reunirse con una delegación de Micheletti, de la que no se conocieron detalles.

Una fuente de la presidencia de Costa Rica dijo que Arias canceló su agenda de Gobierno desde el lunes para dedicarse únicamente a las gestiones por resolver la crisis en Honduras.

En Tegucigalpa se organizaban algunas protestas de partidarios de Zelaya, quienes dicen esperar que regrese el viernes, pero también ven al Gobierno de facto en una posición rígida.

"Nosotros esperamos que la presión internacional tenga sus efectos para lograr la restitución del presidente de la república, pero estamos observando que el gobierno de facto se está agarrando con todo, no quiere ceder, y eso nos preocupa", dijo Dagoberto Suazo, uno de los líderes de las protestas.

(Con reportes de Elida Moreno en Ciudad de Panamá y Esteban Israel en Tegucigalpa, Escrito por Anahí Rama, editada por Alejandro Lifschitz)