MADRID, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un tribunal de Turquía ha puesto bajo arresto este viernes a una periodista por presunta revelación de secretos de Estado a través de una serie de artículos sobre el papel militar del país en el conflicto en Libia, donde Ankara apoya al Gobierno de unidad, con sede en la capital, Trípoli.
La periodista, Muyeser Yildiz, editora del portal Oda TV, fue detenida el 8 de junio por presunto "espionaje político y militar" por artículos sobre el despliegue de oficiales del Ejército en Libia para supervisar las operaciones contra las fuerzas del mariscal de campo Jalifa Haftar.
Las investigaciones se han saldado igualmente con la detención del corresponsal de TELE 1 Ismail Dukel, quien ha sido liberado de forma provisional, y de un miembro de las Fuerzas Armadas turcas, tal y como ha recogido el diario 'Hurriyet'.
Un tribunal de Estambul imputó en marzo a dos periodistas de Oda TV --el director de informativos, Baris Terkoglu y la redactora Hulya Kilin-- por informar sobre el funeral de un miembro de los servicios de Inteligencia muerto en Libia.
Turquía firmó a finales del año pasado un acuerdo con el Gobierno de unidad libio, respaldado por Naciones Unidas, para demarcar la frontera marítima y enviar apoyo militar frente a la ofensiva lanzada por Haftar contra la capital en abril de 2019.
Las autoridades turcas detuvieron la semana pasada a tres diputados opositores después de que el Parlamento ratificase su expulsión tras la confirmación por parte de la Justicia de las condenas que tenían pendientes.
Entre ellos figura Enis Berberoglu, del Partido Republicano del Pueblo (CHP), condenado a 25 años de cárcel por filtración de secretos de Estado al diario 'Cumhuriyet' en torno a la entrega de armamento por parte del Gobierno turco a grupos islamistas armados, si bien la sentencia fue reducida a cinco años y diez meses de prisión.
La oposición y diversas ONG han acusado a las autoridades de incrementar la represión contra las voces críticas a raíz del intento de golpe de Estado de julio de 2016, que se saldó con la muerte de 250 personas.