CARACAS, 16 Feb. (Notimérica) -
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dio inicio el pasado 11 de febrero a los ejercicios cívico militares Bicentenario de Angostura 2019, "los más importantes de la historia" de Venezuela, como los denominó el mandatario, que tienen como fin poner en prueba las capacidades operativas y técnicas de la Fuerza Armada Bolivariana del país.
Estas maniobras forman parte de la conmemoración de los 200 años del Congreso de Angostura, origen de la primera Constitución del país, y se desarrollarán entre el 10 y el 15 de febrero.
Durante las maniobras militares Bicentenario de Angostura 2019, las tropas terrestres venezolanas probaron el uso de los sistemas de defensa antiaérea portátiles Igla-S.
En uno de los vídeos publicados en las redes el sistema destruyó con éxito un objetivo en el cielo sobre uno de los campos de entrenamiento de Venezuela.
El Ejército del país iberoamericano dispone de varios cientos de este tipo de sistemas y misiles para cargarlos. Su cantidad es suficiente para crear problemas a cualquier agresor potencial que intente atacar la soberanía del país.
"Vamos a continuar la inversión suficiente para que Venezuela tenga todo su sistema de defensa antiaérea y antimisilística. Desde el Iglá en manos de los milicianos, las milicianas y los soldados hasta los misiles más modernos del mundo, Venezuela lo va a tener porque Venezuela quiere paz. Tenemos derecho a la paz, a la tranquilidad para desarrollar nuestro país", apuntó Maduro.
El Igla-S es capaz de destruir aparatos aéreos a una distancia de 6.000 metros y a una altura de 10 a 3.500 metros. La velocidad del objetivo puede ser de hasta 400 metros por segundo. El sistema es fiable, resistente al calor y a la humedad, según informó la agencia 'Sputnik'.
CRISIS POLÍTICA
Estos ejercicios militares se realizan en un marco de crisis política cuando el pasado 23 de enero, el jefe de la opositora Asamblea Nacional (parlamento unicameral) se autoproclamó mandatario interino, un movimiento que han reconocido Estados Unidos, Canadá, la mayoría de países latinoamericanos y numerosos países europeos, incluido España. México, Uruguay y la UE, por su parte, han apostado por reactivar la comunicación entre las partes.
Guaidó ha prometido convocar elecciones presidenciales esgrimiendo que las del pasado 20 de mayo, en las que Maduro basa su segundo mandato, iniciado el 10 de enero, no respetaron los estándares democráticos, una premisa que comparte la mayoría de la comunidad internacional.